EL OCASO DE LAS SUBASTAS
La relación entre la política y las renovables me recuerda, en ocasiones, a la de Tom y Jerry. Jerry, las renovables, siempre consigue salir adelante pese a que nunca deja de mirar, aunque sea de reojo, lo que maquina Tom, la política. Y éste, a pesar de que no siempre vigila a Jerry, generalmente supone un peligro para él.
Allá por el mes de Mayo, el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía) confirmó que España tenía previsto celebrar, este 2019, una nueva subasta de renovables. No obstante, el fracaso de investidura en el Gobierno ha mermado los planes del PNIEC y ha dejado en el aire la realización de una nueva subasta que sería de, al menos, 3.000 MW. Por si eso no fuera poco, los resultados de las últimas subastas, como la de Portugal o Brasil, invitan a la reflexión, pues los precios adjudicados son, para muchos expertos, inferiores al coste real de la tecnología. La incertidumbre política, la irrealidad de los precios y los erróneos criterios de diseño de las subastas suponen un riesgo de que éstas se acerquen, peligrosamente, a su ocaso. Y por el bien de las renovables, no puede suceder.
¿Por qué las subastas no tienen más éxito del que deberían?
- POLÍTICA
Ni qué decir tiene la relevancia de la situación política del país para el impulso de las renovables. En España, la aparición del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) trajo consigo una Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que supuso una gran esperanza para el sector, tras las últimas 3 subastas celebradas en 2016 y 2017.
Tras la "exitosa" subasta de Portugal, donde los precios de la fotovoltaica han supuesto un récord, el Ministerio para la Transición Ecológica anunció que se planteaba aplicar el mismo modelo ejercido por el país vecino para la subasta prevista este año. Sin embargo, hemos vuelto a quedar estancados al no poder llevarse a cabo el cambio de la normativa que requiere la medida, puesto que el actual Gobierno, en funciones, no tiene potestad para hacerlo.
- PRECIOS
Dada que la tendencia bajista de los precios es la misma en muchos países (Portugal, Brasil, Etiopía etc.), el análisis y reflexión que a continuación propongo se pueda extrapolar a otros mercados.
Y es que, a la ya mencionada relevancia de la política en el éxito de una subasta, se le puede sumar el resultado de los precios registrados en los últimos casos. El récord de 14,70 €/MWh alcanzado por la fotovoltaica en Portugal, por parte de Iberdrola, que se adjudicó 150 MW, refleja una imagen del mercado distorsionada de la realidad. El coste de producir electricidad mediante energía solar fotovoltaica no es, al menos por ahora, de 20 €/MWh, que fue el precio medio conseguido en dicha subasta. Según la consultora Ekon, el coste promedio de la energía eléctrica de origen fotovoltaico en Iberia está, actualmente, en torno a 45 €/MWh.
Obviamente, estos resultados tan bajos son una referencia muy válida a lo que puede conseguirse en una futura subasta en España, ya que el mercado es el mismo (OMIE), el recurso solar disponible es parecido y las empresas potencialmente adjudicatarias son las mismas. Por tanto, la previsión es sencilla de hacer si el ejercicio es el mismo.
Pese al precio tan bajo conseguido, el de referencia de la subasta de Portugal fue de 45 €/MWh para los 15 primeros años de vida útil de las instalaciones, una previsión de los precios del mercado eléctrico a largo plazo. La modalidad de remuneración del proceso consistía en que los adjudicatarios de los proyectos debían aportar, al sistema eléctrico del país, ingresos por cada MWh generado según lo ofertado en las subastas. Dado que los adjudicatarios ofertaron un precio medio de 21,35 €/MWh, eso quiere decir que los 23,65 €/MWh restantes que recibirían eran suficientes, al menos para ellos, para recuperar la inversión de la instalación. Sin embargo, ese valor es muy bajo dado que el coste de la producción fotovoltaica se encuentra en torno a los 45 €/MWh. Por tanto, o bien las compañías adjudicatarias creían que el precio medio del mercado a largo plazo sería mayor y, por ende, su remuneración mayor, o no les preocupa tener un retorno muy tardío o incluso nulo de su inversión. En ambos casos, el riesgo es muy alto y solo mitigado por un músculo financiero importante.
No obstante, si los precios resultan como los previstos, las firmas estarán obligadas a buscar oportunidades en mercados diferentes al diario, como el intradiario o el de servicios de ajustes, por ejemplo, con la finalidad de hacer "trading" con su energía generada. Para ello es fundamental tener un gran conocimiento de cómo funciona el mercado, hacer un completo seguimiento y conocer modelos de previsión confiables. Si no lo hacen y el precio del mercado es inferior al que preveían, su retorno a la inversión se complica y deberán confiar en su músculo financiero. Y las empresas adjudicadas disponen de él.
Paralelamente, y obviando la competitividad de la tecnología, por lo general existen 3 factores claves que determinan el precio adjudicatario de una subasta:
- El grado de confianza de los inversores en el mercado. Aquí suele influir la estabilidad política y la situación competitiva del mercado, entre otros.
- Facilidades administrativas y burocráticas que permitan la ejecución de los proyectos de manera ágil.
- Estrategia de diseño de la subasta.
- ESTRATEGIAS DE DISEÑO
Probablemente donde se falla, o mejor dicho donde no se alcanza el éxito que se debería en las subastas, es a la hora de diseñar las estrategias, que en ocasiones no se acomodan a la situación del sector en la región o el país. Por ejemplo, adjudicar proyectos únicamente por precio, como en el caso de la última subasta de España, conlleva que sea una tecnología la que se lleve prácticamente la totalidad de los MW subastados, ahora mismo la fotovoltaica.
Repaso, brevemente, las estrategias básicas de diseño de subastas RER:
- Estrategia de MWh: Es uno de los criterios más usados en todo el mundo, debido a su simplicidad. Según este diseño, se subasta una cantidad de energía con menos limitaciones que en otras estrategias, y las tecnologías adjudicatarias se llevarán tantos MWh como puedan al precio resultante.
- Estrategia de proyecto: En ellas, el Gobierno controla el resutado de la subasta. La ubicación de los proyectos, su tamaño y la tecnología a instalar, son parámetros determinados por el Estado. Son una muy buena opción para impulsar el desarrollo de tecnologías menos convencionales como el biogás y la geotermia, fuentes más costosas, pero con otros beneficios igual de interesantes.
- Estrategia de ajustes: El diseño de la subasta se enfoca en producir beneficios sociales y económicos, valorando, por ejemplo, proyectos capaces de generar electricidad en momentos y/o regiones concretas. En este tipo de estrategias, las tecnologías que pueden producir las 24h, como la eólica, suelen tener cierta ventaja. De igual modo, puede valorar otros aspectos como la integración y/o la proximidad a la red. Es el caso de proyectos que puedan instalarse cerca de nodos eléctricos donde haya centrales convencionales, las cuales podrán ser desmanteladas en un futuro sin riesgo de afectar a la gestión operativa de la red eléctrica ya que otra fuente de generación la sustituye.
- Estrategia según precio: En este tipo, la responsabilidad de buscar los requerimientos necesarios para conseguir adecuarse a los ajustes del sistema se deja al generador. Los generadores vierten su energía al mercado y reciben una prima variable, que pretende asegurar que los proyectos reciban la real señal del mercado.
- Estrategia según características: Se basan en la clasificación de otros criterios tales como capacidad a instalar (MW), certificados o servicios auxiliares. Según este último criterio, una subasta diseñada con esta estrategia puede representar la creación de capacidad de reserva a instalar mediante tecnologías menos convencionales, nuevamente biomasa, biogás y/o geotermia. Se da, por lo general, en mercados con una capacidad no sobredimensionada del parque de generación eléctrica nacional.
Por tanto, hay suficientes tipos de estrategias como para conseguir llevar a cabo subastas exitosas en base no solo al precio, si no a la competitividad y al reparto de proyectos y tecnologías.
Opinión
En España, se sabe que alrededor de 2.000 MW de los 8.000 MW adjudicados en las subastas de 2017 no llegarán a tiempo de instalarse antes de 2020 y los adjudicatarios perderán sus garantías. Según fuentes del sector, el motivo parece ser el diseño de las subastas y el poco conocimiento de algunas de las empresas que participaron. Además, casi 3.000 MW se pueden ver retrasados.
Cuando un sector atrae tanto capital como el energético, en seguida aparece la especulación. A finales de Abril de este año, según datos de Red Eléctrica de España, se habían solicitado permisos de acceso de alrededor de 50.000 MW de potencia renovable, el mismo valor que el objetivo establecido por el Gobierno para el año 2030. Por tanto, es natural sospechar de la falta de interés real por parte de algunos agentes en el desarrollo y puesta en marcha de las instalaciones, sino en la transmisión de los permisos para sacar un beneficio.
Así pues, si el diseño de las subastas no se lleva a cabo con un arduo estudio detallado de las características y condiciones del mercado, éstas pierden su denominación de mecanismo impulsor de las renovables y pasan a ser meras herramientas comerciales en manos de empresas que pretenden copar el mercado o agentes con el objetivo de "tradear" y sacar beneficio económico.
Mientras en Europa hemos adoptados los PPA's como impulsor oficial de las renovables, la inestabilidad política o la ausencia de marco regulatorio para llevarlos a cabo en otros países hacen que las subastas sigan siendo la piedra angular para el crecimiento de las renovables. Pero como todo mecanismo que se utiliza constantemente, corre el riesgo de desgastarse. Y para evitarlo, es necesario seguir engrasando la maquinaria mediante análisis exhaustivos, estudios, valoraciones e investigaciones de los logros y fracasos de las subastas hechas hasta hoy, para evitar que se llegue a algo nefasto para el sector: el ocaso de las subastas.
Fuentes: El Periódico de la Energía, Dmdima, Ekon, El País, Energía Estratégica y Magnus cmd
Business Continuity Professional
5 añosBien ahí esa analogía!
CEO en TALEH.CO
5 añosExcelente articulo....