¿El ocaso de los bancos en la era Fintech?
De un tiempo a esta parte, se habla mucho del ocaso de los bancos en la era Fintech, pero Fintech entendido como la aplicación de la tecnología a las finanzas no es algo nuevo.
En 1860, Giovanni Caselli inventa el pantelégrafo, una máquina de transmisión de mensajería precursora del fax; en 1918, la Reserva Federal de EE.UU establece un sistema de telecomunicaciones por telégrafo usando código Morse, que hoy conocemos como el sistema nacional de liquidación bruta; en 1967, Barclays instala el primer ATM en una sucursal del norte de Londres; y en 1983 comienza a operar la banca electrónica.
Lo que es nuevo, es la rapidez de los avances tecnológicos y apoyados en la tecnología, la facilidad con la que emprendimientos pueden establecer nuevos modelos de negocio que compiten directamente con los bancos tradicionales, y no se trata solo de un avance tecnológico o de la oferta de diferentes productos financieros, que efectivamente lo es. La irrupción de nuevos actores en la forma de Fintechs, también ha traído consigo un cambio en la forma de entender la relación banco (proveedor)/cliente y un cambio cultural en las instituciones que ha cambiado las estructuras y la forma de trabajar. Se pasa de una estructura vertical y rígida a una horizontal y ágil donde prima la creatividad, la solución de problemas y la colaboración.
En los años 90, los bancos se enfrentaron a un proceso de desintermediación financiera por parte de una serie de actores como los grandes almacenes y supermercados, que establecieron filiales ofreciendo servicios financieros. Hoy el proceso se repite, pero con empresas tecnológicas como Google, Facebook, Apple, Amazon, etc. que han incursionado en el negocio de los pagos. Un negocio en el que los bancos a nivel global gestionan pagos por alrededor de 400 trillones de dólares anuales y generan 1 trillón de dólares en comisiones.
En la banca al por menor, los Challenger Banks, retan a la banca tradicional; son disruptivos; sus canales de distribución y operativa es exclusivamente a través del celular (incluida la apertura de la cuenta); tienen cercanía con el cliente; sus comisiones bajas y transparentes; y están constantemente buscando la innovación.
En el Reino Unido, Starling Bank se estableció en junio del 2014 con el objetivo de crear la mejor cuenta corriente del mundo. El año pasado alcanzo un millón de clientes y depósitos de mil millones de libras esterlinas. Monzo, establecido en el 2015, cuenta con más de 3,5 millones de clientes. También nos encontramos con Fintech que han incursionado en los pagos internacionales; los robo-advisors que, con ayuda de la inteligencia artificial, se están posicionando como gestores de patrimonio; y aún queda por ver cómo se va a ir desarrollando el open Banking. En la Unión Europea, desde enero del 2018 la directiva PSD2 obliga a los bancos a compartir los datos bancarios de los clientes a través de APIs, siempre y cuando el cliente lo solicite. Esto va a permitir agregar todas las cuentas de un cliente, efectuar pagos y transferencias instantáneas vía la app; y tener acceso a ofertas de servicios financieros de varios bancos y empresas financieras.
De todo lo anterior, se desprendería que efectivamente los bancos quizás tuvieran sus días contados pero, una de las características principales de los bancos es su capacidad de adaptación. A veces tardan, pero, al final, acaban adaptándose. Los bancos han reaccionado y bien han intentado cambiar su modelo de negocio internamente para poder competir con los emprendimientos disruptivos, han optado por colaborar con ellos, o directamente adquirirlos.
Al final, como Rick le dice al Capitán Renault en la película Casablanca:
"Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship."
*Opiniones propias/Views are my own.
International Trade at SPM Gerflor Group
4 añosEs el presente y el futuro, las fintech irrumpen para extender y ampliar el sector, promoviendo las sinergias y la información. Gracias Patricio Fernández Urbina por compartir.