EL PELIGRO DE LAS FRUTAS CON CARA BONITA EN LOS SUPERMERCADOS

En estos días la TV peruana, ha hecho noticia de que los productos agropecuarios de exportación, contienen altos grados de contaminación química por el uso indiscriminado de agroquímicos, el especialista denunciante ha dicho; “Si esto ocurre con los agro negocios de exportación, que tienen un grado fuerte de control fitosanitario, que ocurrirá con los productos que tenemos en los supermercados, carentes de vigilancia sanitaria”. Estos se ven rebosantes de lozanía y aspecto saludable, las amas de casa no saben y se engañan, esto solo puede ser posible si se están usando agroquímicos en exceso que matan insectos y enfermedades, pero también envenenan el producto. También fue dicho que los agroquímicos son causantes de muchas enfermedades, entre ellos el cáncer, que en los últimos años se ha incrementado a niveles alarmantes en el país.

En el Perú, en asuntos de tecnología, seguimos a pie juntillas lo que nos ofrecen las transaccionales, sin tener capacidades ni vocación para cuestionarlas, no sabemos lo que realmente está sucediendo, es un tema de la cual poco se habla, existe mucha propaganda y opinar en contrario es muy delicado, están en juego muchos intereses y no necesariamente la salud pública. Jeremy Rifkin, en ensayo publicado en Le Monde Diplomatique dice; "Nunca he visto una empresa que tenga un nivel tan decisivo y alto de influencia en los reguladores gubernamentales como Monsanto con sus organismos genéticamente modificados - OMG".

Monsanto es una multinacional estadounidense fundada en 1901 en St. Louis, Missouri, inicialmente especializada en la industria química, se ha convertido en el líder mundial en biotecnología, particularmente en el mercado de (OMG). Posee patentes para el 90% del maíz transgénico cultivado en el mundo, la soja, la colza o el algodón y otros. A través de sucesivas recompras, se está convirtiendo en la empresa de semillas líder en el mundo y eventualmente podría controlar toda la cadena alimentaria. Fue el primero con el Round Up, su herbicida "total" (largamente estampado "biodegradable") que comenzó, a partir de 1974, a conquistar el mundo. También se le atribuyen productos tan variados como el terrible Agente Naranja, derramado masivamente en Vietnam por el ejército de los EE.UU., PCBs (Piraléne en Francia, prohibido a principios de la década de 1980), aspartamo u hormonas de crecimiento (prohibido en Europa y Canadá).

Monsanto, advierte Marie-Monique Robin, es una de las "empresas más controvertidas de la era industrial". El biólogo Arpad Pusztai fue despedido de la noche a la mañana por expresar sus preocupaciones sobre los OMG en un set de la BBC denunció la hegemonía de Monsanto en las semillas del mundo, que los agricultores indios y paraguayos están sufriendo al ser usados como conejillos de indias. Un experimentado periodista de investigación, que ganó el Premio Albert-Londres en 1995, por explorar el pasado de la compañía. Descubrió que en Anniston, Alabama, el 40% de la población predominantemente negra sufre de cáncer. En 2002, Monsanto fue condenado por los tribunales a pagarle $700 millones por ocultar durante décadas la peligrosidad de sus agroquímicos.

Las transnacionales como Monsanto, acompañan sus actividades con una propaganda, costosa y muy agresiva, una de ellas lleva el nombre de: "Alimentación, salud, esperanza": en su sitio web, la firma St. Louis promete una agricultura sostenible, con mayores rendimientos, respetuosa con el medio ambiente. En nuestro país ocurre también con la minería y otros recursos naturales (En estos momentos está en la TV una propaganda agresiva de la minera Southern Copper Corporation, dueña de Tía María y otras mineras), las manufacturas de alimentos, la industria de carne, las pollerías, usan además hormonas de crecimiento y tintes, son inflados con aire y agua para aumentar artificialmente volumen y peso. Nos venden leche que no es leche, chocolate que tampoco es y sabe Dios qué más. Esperemos que el largo brazo de la lucha contra la corrupción no se omita y comience a investigar y punir. He dicho en otras oportunidades, que el origen de la corrupción está en las empresas corruptoras, cuentan con los recursos y los medios. Mi tía Erundina decía: “En nuestro país, hasta el perro danza por dinero”.

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