El poder de la comunicación no verbal: decir todo sin decir nada

Antes de que el ser Humano (llámese homo neanderthal, denisovano, sapiens, florensis, cromagnon) tuviera expresión con lenguaje hablado o escrito, existía la comunicación no verbal (gestos y señas). Fue así como se comenzó la construcción de nuestra civilización.

Definitivamente los idiomas ayudaron a estructurarnos, pero qué sería de nosotros si no hubiésemos tenido inicialmente y por decenas de miles de años, la capacidad de leer nuestras expresiones corporales?

Piense en la última vez que estuvo en un vuelo de una aerolínea. Probablemente experimentó alguna turbulencia. Probablemente escuchó al Capitán repetir las mismas palabras sobre la señal de abrocharse el cinturón de seguridad y permanecer en su asiento que se escuchan innumerables veces al día en aviones de todo el mundo. Y probablemente vio a sus asistentes de vuelo sentarse casualmente para capear la turbulencia con las páginas de una buena revista, tan relajados que parecían decir sin palabras: "No hay nada de qué preocuparse aquí".

Ahora imagina este mismo vuelo, esta misma turbulencia y estas mismas palabras. Pero esta vez sus asistentes de vuelo se abrazan y lloran. Ruidosamente.

En 1971, Albert Mehrabian, profesor de la UCLA, publicó un libro llamado Mensajes silenciosos . Afirmó que el 93 por ciento de lo que le decimos a la gente, lo decimos sin palabras; más específicamente, el 55 por ciento de la comunicación se realiza a través del lenguaje corporal y el 38 por ciento a través del tono. Solo el siete por ciento restante de lo que decimos se dice con palabras habladas.

Esta "regla del siete por ciento" generalmente se acepta como el punto de partida para cualquier conversación sobre el poder de la comunicación no verbal. La comunicación no verbal es una forma sutil pero profunda de mensajería social, y afecta a casi todas las partes de nuestra vida diaria. Es importante que aprendamos y entendamos el impacto de nuestro tono y lenguaje corporal en las personas que nos rodean, y cómo controlar ese impacto.

¿Qué tan poderosa es la comunicación no verbal? Incluso trasciende las especies. Cuando un perro inclina la cabeza hacia un lado, no está tratando de ser lindo; en cambio, está tratando de obtener una mejor vista de su cara y cuerpo. Los investigadores han descubierto que los perros son notablemente perceptivos y pueden detectar cambios sutiles en nuestro comportamiento para descifrar diferentes mensajes. Sin embargo, un obstáculo para esto es su nariz, por lo que inclinan la cabeza para ver a su alrededor.

La colección de cuentos más vendida del New York Times de Malcolm Gladwell , What The Dog Saw , cita la investigación del entrenador de perros de renombre mundial Cesar Milan, quien sugiere que cuando los perros se pelean en el parque, son instigados por sus dueños, no por los perros. Algunos dueños se ponen tensos cuando ven que otro perro se acerca, explica Milan, y se lo comunican a su perro tirando más fuerte de la correa, ladrando órdenes y manteniendo la distancia. Incluso si no es intencional, esto envía un mensaje a su perro: "Estoy asustado y tú también deberías estarlo". El perro reacciona en consecuencia.

Si este profundo impacto de nuestro lenguaje corporal y tono afecta a los animales, imagina lo que le hace a la gente que nos rodea. Cuando un gerente parece estresado por una próxima fecha límite, es probable que su equipo se vea afectado. Si un nuevo empleado está nervioso por comunicar su opinión, es probable que sus compañeros de trabajo pierdan la confianza en su capacidad.

El poder de la comunicación no verbal consciente

Los líderes evolucionados no solo son conscientes de estos otros medios de comunicación, sino que también utilizan herramientas no verbales de manera consciente y deliberada para reforzar su mensaje. Esto eleva el valor de su comunicación y su valor como líder.

Si nuestra comunicación no verbal no está alineada con nuestras palabras habladas, entonces nuestro mensaje se mezclará o confundirá y no resonará en absoluto. Nuestro mensaje se perderá en la traducción.

La psicóloga Amy Cuddy descubrió una versión de esta verdad en sus exploraciones de lo que ella llama presencia. En una investigación realizada por primera vez en Harvard, Cuddy descubrió que es probable que las personas que se sienten seguras y poderosas manifiesten esa presencia en una postura más expansiva. Se preguntó si lo contrario podría ser cierto. 

¿Podría una postura expansiva hacer que alguien se sienta más seguro y poderoso?

La respuesta fue sí. A pesar de una reacción violenta contra la popularidad de la "postura de poder" y algunas críticas a su investigación, Cuddy reafirmó recientemente esos hallazgos en un nuevo artículo académico publicado en Psychological Science. De hecho, la mente sigue el ejemplo del cuerpo.

Implícito en esta investigación hay una idea esencial de que el lenguaje corporal no solo comunica mensajes a los demás sino también a nosotros mismos. Todo el conjunto de señales no verbales a nuestra disposición anuncia al mundo y a nosotros mismos quiénes somos. Como escribió el poeta Walt Whitman: “Convencemos con nuestra presencia”.

Perdemos esta oportunidad cuando confiamos excesivamente en mensajes de texto y correos electrónicos. Limitamos nuestra caja de herramientas, nos arriesgamos a la falta de comunicación y nos perdemos muchos otros beneficios de la interacción cara a cara, como generar confianza y un propósito compartido.

La comunicación no verbal no tiene por qué ser un campo minado, sino que puede ser una mina de oro. Sé consciente de ello y abrázalo. Verás crecer tu presencia e influencia.

Ser consciente de su lenguaje corporal y tono es muy importante, sin importar la situación en la que se encuentre o su nivel de experiencia. Incluso si tiene la mejor presentación o discurso, la comunicación no verbal es la clave para decir todo sin decir nada.

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