El Poder de las Palabras en el Liderazgo: Cómo Mejorar tus Relaciones Profesionales
¿Consideras que eres un comunicador experto? Es posible que, sin darte cuenta, estés provocando respuestas emocionales negativas con tan solo dos palabras:
“¿POR QUÉ?”
Estas palabras parecen inofensivas a primera vista, ¿verdad? Sin embargo, su naturaleza sutil acecha en nuestro subconsciente y nos transporta a momentos de reprimendas por parte de padres o figuras autoritarias en nuestro pasado. ¿Recuerdas cuando te llevaron a la oficina del director y te interrogaron con dureza: “¿POR QUÉ hiciste eso?” O cuando un padre te preguntó: “¿POR QUÉ obtuviste una D?” (o en algunos casos, “¿POR QUÉ solo una A menos?”).
Esto generalmente provocaba reacciones defensivas, miedo e incertidumbre.
Esta respuesta innata no desaparece después de la graduación; simplemente se viste de forma profesional y se infiltra silenciosamente en tu vida laboral. La investigación en psicología y ciencias del comportamiento sugiere que la forma en que formulamos una pregunta puede cambiar drásticamente la respuesta que obtendremos. Pequeños ajustes en las palabras pueden alterar fundamentalmente el rumbo de una conversación, haciéndola más colaborativa en lugar de confrontativa.
Entonces, ya seas un director ejecutivo de una empresa Fortune 500, un emprendedor consolidado o alguien que recién comienza su carrera, cambiar de “POR QUÉ” a “QUÉ” en tus preguntas puede allanar el camino para diálogos más constructivos, profundos y colaborativos.
Aquí tienes seis cambios prácticos: ¿Cómo reemplazar el ‘¿POR QUÉ?’ con ‘¿QUÉ?’ en situaciones clave:
IMPACTO: Este último invita a una respuesta explicativa y cambia el enfoque de justificar la elección a compartir los elementos que la respaldan.
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No solo las palabras: Tu cuerpo también habla.
Recuerda que las conversaciones no se limitan a las palabras; también incluyen señales silenciosas. La neutralidad, la curiosidad y la empatía son esenciales para mantener relaciones sólidas. Cada interacción contribuye a tu legado de comunicación.
En resumen, las palabras que utilizamos no solo tienen significado, sino también un peso emocional que afecta nuestras relaciones.
Como dijo Maya Angelou:
"La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir".
Al hacer estos cambios sutiles en tus preguntas, crearás un ambiente donde todos se sientan escuchados, comprendidos y valorados.
La próxima vez que tengas la palabra '¿POR QUÉ?' en la punta de tu lengua, detente y elige palabras que construyan puentes en lugar de barreras. ¿Alguna vez te has sentido a la defensiva cuando te han preguntado "¿POR QUÉ?"? ¡Compártenos tu experiencia en los comentarios!