El poder del mito y el desafío de construir nuevas narrativas en la construcción

En El poder del mito, Joseph Campbell y Bill Moyers exploran cómo las historias que hemos contado durante siglos —los mitos— no son simples relatos de entretenimiento o superstición, sino expresiones profundas de nuestras aspiraciones, miedos y maneras de entender el mundo. Campbell argumenta que los mitos son arquetipos culturales que ofrecen marcos para enfrentar los desafíos de la vida, conectar con la naturaleza y dar sentido a nuestra existencia. Sin embargo, también señala que, cuando los mitos se cristalizan en dogmas o verdades absolutas, pueden convertirse en barreras que limitan nuestra capacidad de evolucionar.

Entre las ideas más fascinantes de Campbell se encuentra el "viaje del héroe", un patrón narrativo que describe cómo las personas que buscan desafiar lo establecido y explorar nuevos caminos suelen enfrentar resistencias, obstáculos y rechazo. Solo cuando los frutos de su esfuerzo benefician a la colectividad, el héroe y su propósito son finalmente reconocidos. Este esquema se repite en diferentes ámbitos, incluyendo la construcción, donde las tradiciones y los mitos culturales pueden frenar la adopción de innovaciones que podrían transformar la manera en que construimos y vivimos.

La tradición de construir con ladrillos: ¿un mito cultural?

El ladrillo es quizás uno de los elementos más emblemáticos de la construcción tradicional, particularmente en países como Argentina. Su uso está profundamente arraigado en la cultura, asociado a ideas de solidez, durabilidad y confianza. Frases como "poner ladrillo sobre ladrillo" se han integrado al lenguaje como metáforas de esfuerzo y progreso. Sin embargo, este apego al ladrillo no solo es una preferencia material; es también un mito cultural, una narrativa que ha moldeado nuestra forma de pensar sobre lo que significa construir un hogar o una comunidad.

El arquitecto Octavio Roca lo ejemplifica con una reflexión que tuvo en su juventud, durante su primer viaje a Estados Unidos. Al observar cómo en aquel país las casas eran mayoritariamente de madera, se planteó: “En este país llegan a la luna y son vanguardia de toda la modernidad, y construyen sus casas de madera. Hay algo que no estamos viendo. Claramente, los equivocados debemos ser nosotros.” En lugar de despreciar el material por estar fuera del mito estructural argentino, Roca se permitió cuestionar los fundamentos culturales detrás de nuestra elección de materiales y preguntarse si realmente estábamos tomando la mejor decisión.

El ladrillo tiene su historia, sus beneficios y su lugar en el desarrollo humano, pero aferrarse exclusivamente a esta tradición puede ser una limitación en un contexto donde las necesidades y los desafíos han cambiado drásticamente. En un mundo que demanda sostenibilidad, eficiencia energética y tiempos de construcción más cortos, insistir en el ladrillo como único estándar puede ser una expresión de resistencia cultural más que una elección racional basada en el desempeño.

Habitar: una noción en constante evolución

El concepto de habitar, como los mitos, también está en constante transformación. Habitar no es solo ocupar un espacio, sino adaptarlo a las necesidades físicas, emocionales y sociales de las personas. Estas necesidades cambian con el tiempo, influenciadas por factores como la tecnología, los estilos de vida, el acceso a recursos y las prioridades culturales. En este contexto, no solo los tamaños y las distribuciones de los espacios han evolucionado, sino también las materialidades, los métodos de construcción y las expectativas en términos de confort, sostenibilidad y eficiencia.

El desafío para la arquitectura y la construcción radica en reconocer que todo cambia: las formas en que trabajamos, vivimos, nos relacionamos con el entorno y entendemos nuestra conexión con la naturaleza. Esto exige flexibilidad y creatividad para modificar lo que entendemos por "habitar" y diseñar soluciones que respondan a un mundo en constante movimiento. La construcción y la arquitectura no son ajenas a esta transformación; son un reflejo de ella y, a la vez, un motor para impulsarla.

Innovar en construcción: un camino virtuoso

Adoptar nuevos sistemas como los paneles SIP no significa rechazar el pasado, sino reinterpretarlo para crear un futuro mejor. Los sistemas SIP ofrecen beneficios significativos: rapidez en la construcción, eficiencia energética, reducción del impacto ambiental y la posibilidad de integrar procesos más industrializados y controlados. Sin embargo, como cualquier innovación, enfrentan resistencias culturales.

Este rechazo inicial no es diferente al que Campbell describe en el "viaje del héroe": lo nuevo y lo desconocido suelen ser recibidos con escepticismo. En la construcción, esto se manifiesta en la desconfianza hacia tecnologías que no coinciden con las imágenes culturales que hemos heredado, como la de una casa de ladrillos vista como sinónimo de estabilidad. Sin embargo, una vez que los beneficios de estas innovaciones se hacen evidentes y son experimentados por la mayoría, estas resistencias tienden a desaparecer.

Reescribiendo nuestros mitos constructivos

Los mitos, como explica Campbell, no son inherentemente buenos o malos. Son herramientas que nos ayudan a interpretar el mundo. Sin embargo, cuando los mitos se convierten en barreras, es momento de reinterpretarlos y crear nuevas narrativas. En el ámbito de la construcción, esto significa replantear qué entendemos por solidez, calidad y hogar.

Construir con ladrillos fue una solución virtuosa para su tiempo, pero las necesidades actuales nos invitan a considerar alternativas. Esto no implica descartar la tradición, sino complementarla con tecnologías y enfoques que respondan a los desafíos del presente: sostenibilidad, rapidez, eficiencia energética y un menor impacto ambiental.

Donde estamos...

El poder del mito nos enseña que las historias dan forma al mundo. En la construcción, nuestras narrativas deben evolucionar para reflejar las necesidades y aspiraciones actuales. No se trata de imponer una verdad única, sino de abrir un diálogo sobre cómo podemos construir juntos un futuro más consciente y equilibrado.

¿Estamos listos para reinterpretar nuestros mitos y adoptar nuevas formas de construir? La respuesta dependerá de nuestra disposición a combinar lo mejor de nuestras tradiciones con lo mejor de la innovación. Solo así podremos caminar un camino virtuoso que honre el pasado mientras abrazamos el futuro.

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