El poder del subconsciente

Principalmente en el mundo occidental llevamos un ritmo de vida extremadamente rápido, los días pasan volando, las semanas se suceden y la mayoría de nosotros solemos pensar de forma repetitiva asumiendo conductas, pensamientos i comportamientos de forma casi automática.

No solemos recavar ni tan solo reflexionar si aquello que pienso o actuo desde hace mucho tiempo tiene sentido en este momento, si la imagen de mi mismo sigue siendo la misma, si hemos evolucionado o no. Nuestra vorágine diaria solo nos permite pensar en aquello que hay que hacer posteriormente a lo que hacemos ahora, hacer planes a corto plazo pensando en donde queremos ir de vacaciones, que debemos comprar en el supermercado, ...

Como muy bien ilustra la viñeta de Mafalda

si queremos apreciar realmente las cosas y poder disfrutarlas tenemos que ondear un poco en nosotros mismos. Toca rascar para ver que hay debajo de la piel y nuestra carne para saber quien soy, si lo que aprendí en mi entorno me identifica o si me siento satisfecho con mi vida actual.

Depende para quien resolver estas cuestiones puede suponer muy fácil o una tortura. Personalmente, la meditación es una de las maneras para poder reflexionar sobre todo esto y mucho más.

Con la meditación puedes observar la parte subconsciente de ti, aquella a la que tu sin saber condiciona tus pensamientos, actitudes, ... tu piloto automático que te guia por la vida. Entendiendo el cerebro como una parte más de nosotros, no el todo, y meditando una vez al día, los monjes budistas aconsejan dos de 20 minutos, una recién levantados y otra por la noche, seremos capaces de oir nuestro cerebro.

En el budismo se le llama "monkey mind" y se refiere al ruido que hay en nuestro cerebro constantemente y al que hacía referencia antes. Intentando observar el cerebro "desde fuera" te llegas a dar cuenta de como funciona, lo que realmente te agobia, por que reaccionas de una forma particular delante de un estímulo concreto, la velocidad a la cual el cerebro emite nuevos pensamientos, ... también la meditación supone un entreno a nivel cerebral puesto que aprendes a relajarte en momentos de tensión con poco esfuerzo, a frenar ciertos impulsos, a controlar de forma diferente ciertas situaciones,...

Sacando la parte espiritual que uno puede o no creer en ello, la meditación aporta a tu vida diaria beneficios substanciales dignos de valorar. Animo a todos que intenten hacer el ejercicio de sentarse una silla en totalmente silencio durante dos minutos intentando solo concentrarse en como entra y sale el aire por la nariz, podréis observar que no estamos acostumbrados a hacerlo y os entraran picores, ganas de rascaros, ... al principio seguro que no será facil pero si seguís practicando aumentando de forma paulatina el tiempo de meditación llegaréis a sentir lo que os digo y os aseguro que vale la pena.

Espero que os haya gustado mis reflexiones, podéis o no comentar lo que queráis al respecto.

Un abrazo.

Pere.