El Pragmatismo del Atleta Corporativo
Queridos atletas,
Sé que en las últimas entregas hemos profundizado bastante, pero así es el camino del Atleta Corporativo: un sendero de reflexión constante para salir a la arena y construir una obra que realmente trascienda. Hoy quiero compartir con ustedes una lección importante que he aprendido recientemente, una que me ha ayudado a resolver un dilema que llevaba tiempo atándome.
El Dilema del Atleta
Por un lado, el atleta corporativo siente el llamado de vivir conforme a su propósito, a sus ideales más altos. Esa voz interior dice: "Lucha por lo correcto, confía en Dios, sigue tu intuición." Pero, por otro lado, está la realidad cotidiana: la familia, las deudas, los compromisos, el trabajo. Este conflicto genera tensión: ¿cómo equilibrar el llamado interior con las exigencias del día a día?
Un día, en una reflexión profunda, comprendí que mi idealismo estaba saboteándome. Soñar con "eliminar el hambre en el mundo" mientras llevo pan a casa puede ser admirable, pero también puede convertirse en un obstáculo si no se conecta con la realidad. La confianza en Dios no implica abandonar todo para seguir un ideal heroico. Eso puede ser necesario para algunos pocos casos extraordinarios, como Pablo de Tarso, quien fue llamado de manera directa. Pero para la mayoría de nosotros, el camino es diferente: es un proceso de avance humilde, paso a paso, con paciencia, prudencia y amor.
El Camino y la Meta
La vida no se trata solo de alcanzar metas, sino de vivir plenamente el proceso. Como un alpinista que encuentra el verdadero éxito no solo en llegar a la cima, sino en superar los retos de cada paso en el ascenso. La cima es el premio, pero el deleite está en el camino.
Por eso, el ideal es importante, pero el verdadero desafío está en encontrar paz aquí y ahora. Esa paz es la brújula que guía nuestro camino. No sirve de nada perseguir un propósito si dejamos atrás dudas, problemas no resueltos o ansiedad. Para vivir tu propósito, debes estar en paz contigo mismo, disfrutar lo que haces y poner el corazón en cada momento que te ha sido regalado.
La Victoria Privada y Pública
Stephen Covey lo explica de forma magistral con los conceptos de victoria privada y pública. La victoria privada es el triunfo interior: el dominio personal, la construcción de un carácter sólido. La victoria pública, en cambio, es el éxito exterior y el reconocimiento. Sin embargo, Covey afirma que la victoria privada es la más importante y que, incluso si no alcanzas la victoria pública, la privada ya es plenamente satisfactoria.
Recomendado por LinkedIn
Atleta, no comas ansias. Disfruta del proceso, pide guía y sabiduría a Dios. Roma no se construyó en un día; tus sueños necesitan paciencia, reflexión constante y bases sólidas. Lo importante es hacer lo que tienes que hacer hoy, con amor y entrega. Al final del día, revisa lo que estuvo bien, corrige lo que no, y sigue adelante. Dios sabe cómo guiar tu alma; confía en que si tiene que tumbarte del caballo, lo hará.
El Propósito Día a Día
Vivir tu propósito no es un acto grandioso o heroico. Es un constante darse sin esperar nada, confiando en Dios y avanzando paso a paso. Lo importante es actuar con humildad y amor en cada pequeña acción. Recuerda: lo que no está bajo tu control, déjaselo a Dios.
Un paso a la vez, Atleta. No lo olvides.
Que tengas una semana llena de propósito y paz,
Carpe Diem,
Flavio