El principio del enfoque para la prosperidad
Acordaos de esto: el que siembra poco, poca cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Que cada uno dé según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
2 Corintios 9:6-12
Cuando uno quiere algo, tiene que sembrar para cosecharlo y a eso yo le llamo enfoque, es decir concentrar nuestro tiempo, esfuerzo y recursos en lo que queremos para alcanzarlo. Cuando hablo de sembrar es dedicarle tiempo, esfuerzo y recursos a la semilla que es nuestro objetivo, a fin de que se convierta en fruto y podamos cosechar, es decir alcanzarlo. Pero debemos sembrar de corazón, no por obligación o de mala gana, ya que cuando uno se compromete con algo entrega lo mejor de si y eso nos traerá mayor fruto.
Sembremos de corazón para alcanzar nuestros objetivos.