El problema de la economía de la atención
Me resulta tremendamente complicado escribir estas líneas sin que, en ellas, se muestre un halo de decepción y tristeza. Conmigo mismo el primero, ya que paso tantísimas (tantísimas………) horas que si con Youtube, que si Spotify, Whatsapp, Instagram, Linkedin, prensa… terrible.
No obstante, voy a tratar de buscar un enfoque constructivo, que muestre la realidad que nos toca vivir, la realidad que también nos hacen vivir (sin que ello aminore la responsabilidad individual de cómo usamos cada uno nuestro tiempo, es decir, evitando el victimismo) e intente dar algo de luz al asunto.
El objetivo que persigo es:
El reto que creo se nos presenta a todos con el uso del móvil y de las redes sociales es el de tomar el control de qué es lo que queremos hacer con nuestro tiempo. A todos nos han dicho alguna vez que el bien más valioso en nuestra vida no es el dinero, si no el tiempo (unido a la salud, por supuesto).
El problema que vemos en nuestro entorno es que convivimos con distracciones continuas: qué difícil es ponerte a hacer algo durante dos horas sin que tengas el impulso de coger el móvil a ver si pasa algo, o sin que te entre un whatsapp de alguien, etc. etc.
El drama que vivimos, es que todas esas distracciones nos alejan de aquello que queremos realmente hacer: pasar tiempo con nuestra familia, con nuestros amigos, leer, pintar, cantar, hacer deporte… lo que sea.
Hay una escena buenísima en el documental, en la que se aprecia perfectamente cómo funciona el algoritmo de estas redes y cómo manipula nuestro comportamiento, haciendo que nos quedemos más tiempo usando la aplicación mediante el uso de recomendaciones, lanzando contenido vinculado con “nuestros” gustos. Las máquinas predicen nuestros comportamientos, y si creen que deberíamos conectarnos, nos lanzan notificaciones que saben nos van a atraer. Solamente por esto, yo propongo 2 actuaciones:
1. Debemos eliminar las notificaciones (esto yo ya lo hice hace como 3-4 años, y no me quiero imaginar cómo sería mi vida con ellas).
2. Debemos ponernos a la defensiva con las Redes Sociales: cuando accedes a ellas entras en su red y no es tan fácil salir… debemos (o al menos yo lo pretendo), implementar llámale estrategia o un plan para tratar de limitar nuestro tiempo de consumo.
Sin darnos cuenta, sin ser conscientes de ello, estas aplicaciones modulan de forma gradual nuestro comportamiento
Pero, ¿cómo consiguen hacerlo?
Realmente no tiene un alto de grado misterio, ya que se ha estudiado mucho el cerebro del ser humano… y las personas que están detrás del desarrollo de estas aplicaciones y de estos negocios, son seguramente algunas de las mentes más inteligentes del mundo. Una buena parte de ellos, se formaron en lo que se conoce como Behaviour Design Lab de la Universidad estadounidense de Stanford (un centro donde se estudia el comportamiento humano y qué es preciso para cambiarlo), y fueron los máximos exponentes en el desarrollo de la llamada Persuasive Technology (tecnología de la persuasión).
Es decir, que conocen las raíces del cerebro humano y de cómo es posible modificar su comportamiento a partir de técnicas persuasivas. Pero no solo eso, si no que gracias a la evolución exponencial de la capacidad computacional de los últimos 20 años, cuentan con herramientas de inteligencia artificial e incontables datos para tratar de robar tu atención. Es decir... nuestros cerebros compiten contra esas armas. MUY DIFÍCIL.
Y es que, cuando Instagram o TikTok desarrolla sus algoritmos, los mismos no son objetivos… buscan un propósito, que en última instancia es el rendimiento económico… cuanto más tiempo pases en su aplicación, más publicidad podremos mostrarte, y más dinero ganaremos. Fácil.
¿Acaso no has oído lo de: “Si no pagas por el producto, entonces tú eres el producto”? Pues eso…
Estos problemas pueden verse:
Recomendado por LinkedIn
Aquí me voy a la serie de artículos del NY Times que llamaron “Rabbit Hole” que, en esencia, mostraban las consecuencias del aislamiento que se aprecia en muchas personas que no paran de consumir contenido de estas empresas. Y es que ¿cómo consiguen que no nos separemos de la pantalla? Mostrándonos un contenido llamativo, un tipo de publicaciones que nos hagan seguir viéndolo. Todos hemos visto que, lamentablemente, en muchos casos eso se consigue ofreciéndonos opiniones polarizadas sobre distintos temas (políticos, de gente famosa…). En última instancia, si empiezas a consumir un tipo de contenido, no parará de mostrarte contenido relacionado, llevándote hacia un extremo, ya que ahí saben que es donde te tienen cogido. Como vemos que el contenido que se nos muestra solo es de un tipo, pensamos que esa es la realidad… pero lo cierto es que existen tantos millones de realidades como millones de usuarios hay, a los que le muestran aquello que su cerebro quiere ver.
Cuando se coge perspectiva y se aprecia a dónde conduce eso, el drama está servido… y es que Facebook ha sido capaz de influir en elecciones políticas de países en vías de desarrollo, pero también en el propio Estados Unidos.
Por eso, y volviendo al inicio… ¿realmente esa es la mejor forma que tenemos de aprovechar nuestro tiempo?, ¿vemos las consecuencias que tiene esto para personas/niños que se están desarrollando?
Todos vemos en la gente más joven (hablo de adolescentes e incluso de niños), que la pantalla es como una herramienta que produce hipnosis en ellos… se evaden de su entorno y se centran en lo que brilla.
Nuestro cerebro es un órgano complejo que va a evolucionar mientras se le “alimente” de forma correcta. Por algo en los bebés y en niños pequeños se habla de que precisan estimulación para un correcto desarrollo, y si hay carencia de estímulos empiezan a verse cómo tienen comportamientos impropios de su edad, que no cumplen con los “hitos del desarrollo”.
Con niños más mayores y con los adultos pasa lo mismo: un mal uso de nuestra atención derivará en que nuestro cerebro se atrofie (a falta de una palabra quizás más correcta, creo que es ilustrativa). Y es que un exceso de pantallas lo que consigue es que disminuyan nuestras capacidades de concentración, de aprendizaje, así como la propia memoria.
Pero voy un poco más lejos: todos hemos oído hablar de TikTok, y conocemos a personas que lo usan (o que son adictas, incluso). Básicamente es una app de vídeos cortos con un algoritmo super potente que únicamente te muestra contenido que sabe que te va a atraer. Su uso es de ocio (puro entretenimiento), y podríamos concluir todos que no es que se obtenga un gran aprendizaje al usarlo.
¿Sabías que TikTok es una aplicación china, pero que no se puede descargar en ese país? El Gobierno Chino únicamente permite el uso de Douyin, que es una versión de TikTok en la que los niños no ven twerkers y otros bailes, sino experimentos científicos y vídeos educativos. Además, los niños sólo pueden acceder a esta app durante 40 minutos al día. ¿Casualidad?
Para los que estéis leyendo la literalidad de mi escrito, sin llevar la línea de pensamiento un poco más allá, voy a ser totalmente explícito: estamos viendo como el uso excesivo de pantallas está, en muchos casos, perjudicando la evolución adecuada del cerebro y el comportamiento de nuestros hijos en los países de occidente (y otras zonas del mundo). En cambio, en China, pese a que la mayor red social actual procede de allí, prohíben el uso de la misma, al mismo tiempo que están acumulando una cantidad infinita de datos por el consumo que se hace de la misma en otros países del mundo. Insisto…¿cuasualidad?
La única forma de cambiar esta tendencia es que TODOS desarrollemos una conciencia mediante la que podamos controlar y verificar qué impactos recibimos de estas aplicaciones. No dar todo por bueno, no reaccionar y clicar entrando a todas las notificaciones… intentar ser dueños de nuestro tiempo y atención. Como decía al principio, tratar de tener un plan de acción para acotar el tiempo que consumimos: usemos notificaciones que podemos activar para que nos salten cuando llevamos más de X tiempo usando el móvil.
Os dejo esta imagen, que recoge una especie de nube de palabras, de anotaciones sobre términos que se iban mencionando o que me venían a la cabeza al ir documentándome. Creo que ilustran el tema bastante bien
Convirtiendo el tiempo de las personas en libertad y apoyándolas a conseguir sus sueños a través de aprendizaje real con el método PlanBrain.
8 mesesBárbara esa nube de palabras... es lo que tenemos que contrarrestar con mucho saber hacer. Gracias por la reflexión porque por muy conscientes que seamos, muchas veces se nos olvida y esto se nos come... Gracias