El problema no es la ignorancia, es la cultura
¿Alguna vez has visto un semáforo peatonal en rojo y has decidido cruzar la calle a pesar de eso?
Si nunca lo has hecho, ¿has visto a alguien que si lo hizo?
La verdad, no se trata de ignorancia en relación a los símbolos involucrados en las señales de tránsito y aunque puede que hayan personas que las desconozcan, la mayoría saben qué son y para qué son, igual por cultura deciden no obedecer.
Lo mismo sucede en tu empresa
Cada persona que llega a una compañía, tiene un conjunto de ideas de “cómo se debe trabajar”. Esa suma de ideas es la base de su propia cultura del trabajo.
Sin saberlo, como ejecutivo, dueño de empresa o CEO, estás luchando contra años de educación o entrenamiento tácitos que han formado a cada uno de los miembros de tu equipo y que determinarán qué tan rápido se ajustarán a tu propia cultura organizacional.
“Gente como nosotros hacemos cosas como estas”-Seth Godin
Esta frase resume el punto al que quiero llegar.
Hay aspectos “sobreentendidos” como:
- No deberías llegar tarde al trabajo
- Deberías dar todo de ti mismo para lograr las metas que se te asignan
- No deberías tener comportamientos que dañen el clima laboral y que reduzcan el bienestar de todos
- No deberías robarle a tu empresa (tiempo, dinero ni objetos)
- Etc.
Ahora, estas cosas SON BÁSICOS, con los que jefes, dueños, CEO’s y ejecutivos siguen aún luchando. Y son cosas que son tan básicas que no deberíamos tener que enseñárselas o recordárselas a nadie.
Pero aquí está el punto: los miembros de tu equipo no desconocen estas reglas básicas. El problema es algunos que creen que no son siempre necesarias. Y eso es un problema de cultura.
¿Hay esperanza entonces?
Si, la hay.
Una fuerte, simple y practicable Cultura Organizacional es un eje o columna vertebral que une, ensambla o articula TODAS las partes de un modelo de negocio. No es simplemente “algo bonito que tener que se ve muy bien en una placa en la recepción y en la página web”.
Luego de años de trabajo encontramos que una verdadera cultura puede partir como una política de un nivel superior de la compañía y con el tiempo (y puede pasar un buen tiempo) convertirse en la cultura, lo que significa, que SIN supervisión ejecutiva y POR DECISIÓN PROPIA, todos los miembros del grupo actúan de ciertas maneras que se consideran las correctas.
Así que si establecemos una ruta a través de la cual poder acelerar y desarrollar este proceso de comprensión y acuerdo general, podríamos ver una nueva cultura empresarial naciendo y quedándose.
Pero primero, tenemos que hacerle ver a los individuos, que se puede vivir de otra manera y que todos (incluyéndote a ti como dueño de la empresa o Gerente), están dispuestos a vivir y trabajar con otro conjunto de valores acordados y aceptados por todos.