"El propósito de un restaurante: ¿Supervivencia o placer alimenticio?"
"El propósito de un restaurante: ¿Supervivencia o placer alimenticio?"
¿Por qué comemos? Bueno, hay muchas razones por las que lo hacemos, pero aquí te voy a contar dos de las más importantes.
La primera razón es por supervivencia. Sí, así como lo oyes. Necesitamos comer para sobrevivir. Nuestro cuerpo necesita nutrientes para funcionar correctamente, y la única forma de obtener esos nutrientes es a través de la comida. Así que, en resumen, comemos para no morirnos de hambre.
Pero, ¿sabes qué? No solo comemos por necesidad. La segunda razón por la que comemos es por placer. ¡Sí, por puro placer! A quién no le gusta disfrutar de una deliciosa comida, ¿verdad? Ya sea un suculento filete, una refrescante ensalada o un exquisito postre, la comida puede ser una verdadera fuente de placer para nuestros sentidos.
Además, el acto de comer por placer es una parte intrínseca de la experiencia humana. La comida no solo satisface nuestras necesidades físicas, sino que también puede brindarnos satisfacción emocional y placer sensorial.
El sabor, la textura y el aroma de los alimentos pueden desencadenar respuestas placenteras en nuestro cerebro, lo que nos lleva a buscar y disfrutar de ciertos alimentos. El placer de comer también está relacionado con aspectos culturales, sociales y emocionales, ya que compartir una comida con seres queridos o disfrutar de platos tradicionales puede generar un sentido de pertenencia y bienestar emocional.
Al ofrecer una experiencia gastronómica, es esencial considerar las emociones de los comensales. Cada platillo debe estar diseñado para provocar sensaciones positivas y placenteras. Desde la presentación hasta el sabor, todo debe estar pensado para generar una experiencia emocionalmente satisfactoria.
Las emociones juegan un papel crucial en la percepción de la comida. Es importante crear un ambiente que promueva la relajación y el disfrute, ya que esto influye directamente en la forma en que se perciben los sabores. La música, la iluminación y la decoración pueden contribuir a generar un ambiente emocionalmente positivo.
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Además, el personal del restaurante juega un papel fundamental en la transmisión de emociones. La amabilidad, la atención y la empatía son clave para crear una experiencia placentera para los comensales. Un trato cálido y profesional puede marcar la diferencia en la forma en que se percibe la comida.
La elección de los ingredientes y la forma en que se combinan también pueden influir en las emociones que despierta un platillo. Los colores, las texturas y los sabores deben estar en armonía para generar una experiencia sensorial completa y satisfactoria.
Es importante estar atentos a las reacciones de los comensales, ya que estas pueden brindar información valiosa sobre el impacto emocional de la comida. Observar las expresiones faciales y escuchar los comentarios puede ayudar a ajustar la experiencia gastronómica para satisfacer las necesidades emocionales de los clientes.
En Comensalogía te ayudamos a que sepas diseñar experiencias únicas y placenteras para tus comensales.
Carmelo Martín
Mentor & Ceo
Comensalogía Lab.