El Respeto: clave en la negociación
El legado más valioso que las generaciones pueden dejar a las siguientes, son las creencias y valores éticos que nos harán ser personas de éxito y personas buenas.
Y es que la palabra “buena” hoy en día parece algo plano y normalizado. Tan normalizado que se nos ha olvidado lo que significa. Ser bueno es dejar allá donde estés, un sitio mejor. Caracterizado por tu sociabilidad, valores éticos, sentido del humor, empatía, y un ingrediente básico que casi siempre olvidamos: una... actitud verbal y no verbal, que haga sentir a la otra persona respetada y valorada.
Se habla muy poco de la autoestima. No imaginamos el impacto que tiene en nuestro comportamiento.
Se dice poco de aquéllos que se sienten inferiores o atacados; o de aquellos que ejercen presión en los demás de una manera irrespetuosa para hacerlos sentir más débiles, de cuando no nos sentimos seguros ante un reto y la única forma de no afrontarlo es mirando hacia otro lado.
Se habla poco de esa estima en cada aspecto de nuestra vida y de nuestro diálogo interno, totalmente alineado con nuestro ser (creencias y valores).
Como alineado está también cuando pensamos en aquellas personas buenas, generosas y con valores que se relacionan en su entorno (personal y profesional), de una manera asertiva, respetuosa. Las que en los momentos de conflicto mantiene, por encima de todo, cuidar la relación personal. A partir de ahí, se permite ser todo lo creativo que quieras para buscar alternativas y opciones. Eso es la negociación efectiva. Cuando ambas partes son flexibles y son capaces de ceder y exigir intentando, ambas, ganar.
Estos perfiles impactan en cualquier negociación, gestión de conflictos y relación interpersonal. Y una actitud u otra determinará el resultado de la negociación.
Como dijo Antonio Damasio, neurocientífico, “No somos máquinas de pensar que sienten, somos máquinas de sentir que pensamos”.
En función de cómo trates a las personas… colaborarán contigo o no, porque generas sentimientos.
Estoy convencida de que en cualquier conflicto, prevalece lo que hagamos sentir en los demás. Puedes hacerme sentir respetado, y colaboraré. No me respetes y no colaboraré.
¿Habrá algo de todo esto en la jornada de Cataluña de hoy?