EL RETO DE SER DIFERENTE
Quienes hemos tenido la maravillosa oportunidad de ir al circo, sabemos que los payasos son de los personajes más entrañables. ¡Las risas que nos provocan los payasos son liberadoras!. Sin embargo, las vidas de estos personajes muchas veces tienen que ver muy poco con la felicidad o la diversión. Detrás de sus rostros coloridos y amigables, hay historias muy tristes y de muchos desafíos. En el fantástico "Circo de Tihany", en su mayoría se trataba de jóvenes muy pobres que llegaban al circo en busca de una oportunidad de supervivencia. Lo mismo pasaba con las personas con alguna condición física especial o con cualquiera que no perteneciera o encajara en el "mundo de los encarrilados". Todos ellos encontraban un espacio de aceptación en el circo.
- Afuera la situación era muy distinta. La gente los miraba como a bichos raros o hacía comentarios burlones en voz alta. A mí, además, de tristeza, ver estas situaciones de discriminación hacia lo diferente me sorprendía y no dejaba de admirar la capacidad que habían desarrollado estas personas para sobreponerse a los ataques. En ese entonces, yo no entendía de dónde sacaban las fuerzas para reponerse, pero con el tiempo me di cuenta de que habían aprendido a desarrollar su personalidad para valorarse a sí mismos.
- Los payasos, y también a todos los otros artistas del circo, sin querer me enseñaron unas cuantas reglas básicas para sentirse mejor con uno mismo. Gracias a ellos supe de dos conceptos muy importantes, que son grandes herramientas en el camino que recorremos para conseguir nuestras metas: el autoestima y la automotivación.
- Si hacemos una definición clásica, diríamos que la autoestima es la forma en la que nos evaluamos y juzgamos. También, es cómo nos sentimos con nosotros mismos. Un sentimiento donde valoramos nuestras características espirituales, mentales y también corporales. Este valor que nos damos puede cambiar con el tiempo y esto es muy importante. Un buen autoestima es imprescindible para enfrentar la vida con éxito.
No nos dejemos llevar por el qué dirán, muchas personas se refugian en las críticas porque en el fondo carecen de un autoestima alta. Hoy, lamentable, no somos una sociedad inclusiva del todo, aún hay personas que les cuesta aceptar a los demás como son, hay muchos prejuicios y estereotipos, pero si cada uno de nosotros pone de su parte en un futuro no muy lejano podremos decir con orgullo que somos una sociedad inclusiva, que nos aceptamos a pesar nuestras diferencias. Somos únicos e irremplazables. Amémonos.