El Rey del Machete
Nunca lo vi como una trampa. Ni más faltaba, si yo lo hacía para ayudar a mis amigos. Hablo del Machete, también conocido en el mundo académico como la Copialina, Chuleta, Cheat-Sheet.
Para quienes lo hayan practicado, saben que no es reto sencillo, es para creativos valientes que se aventuran a un viaje de adrenalina con alta probabilidad de fracaso y desesperación. Y los que hayan salido triunfantes saben que arriesgarse fue una apuesta: apostaron “all in” al negro 26 para que el machetico tuviese todo el contenido de la prueba.
No hay una única forma de hacerlo, pero en general, ente más pequeño y denso, mejor. Hacerlo no puede ser otra cosa que arte. Si, arte, siendo una mezcla de habilidades para resumir e ilustrar, con dotes de caligrafía miniatura especializada. Y como en toda arte, hay quienes lo hacen por el gusto de hacerlo, y artesanos que venden según su necesidad.
En mi caso, fue cuestión de gusto, de camaradería. Nunca cobré. La intención era que un círculo cercano tuviese herramientas para mejorar su entendimiento, pero casi siempre el Machete tenía usos indebidos en medio de pruebas en vivo, todo un deporte extremo.
Inicié esta práctica en mis años de adolescencia, últimos 3 años de bachillerato. Rápidamente desarrollé una gran habilidad para hacerlo, con fanaticada incluida. En el cole, yo era alumno en las ciencias de la matemática, química y física; pero era maestro del arte machetera.
Seguíamos un ritual. Las noches previas a los exámenes, se organizaba algo parecido a un aquelarre. Pero en lugar de brujas y conjuros, ventilábamos chismes, bromas, y cualquier comentario banal de nuestras vidas. Luego, había cortos espacios de seriedad donde hacíamos ejercicios, para luego todos despedirse con la esperanza de recibir el preciado Machete antes de la prueba.
Genuinamente quería que le fuera bien a mis amigos, razón por la cual no daba el Machete a cualquiera. Debía ser alguien que pasó por el ritual de la noche previa, alguien que se esforzara en intentar tener claro los conceptos. Y en medio de todo ese esfuerzo de doble vía, yo siempre ganaba. Me daba el chance de repasar los temas, tenerlos más claros. Dicen por ahí que el que enseña, aprende doble.
En la U, encontré que esa práctica era aún más valorada. Me beneficié de inmediato en los primeros semestres. Se formaron grupos de estudio y en varias ocasiones el profe era yo. La fanaticada era fiel, un día hasta me sorprendieron. Llegué justo a tiempo para iniciar un examen (cerraban la puerta y cero para el que llegase tarde), y el puesto me lo estaban cuidando. Simple interés, esperaban tenerme como malla de seguridad en la función de circo con acróbatas que estaba por iniciar.
Todo tenía sentido hasta el día que un profesor inició la prueba con un anuncio inaudito: dejaba utilizar todos los libros y apuntes que tuviésemos a la mano. Cual fue el alivio de todos los que llevaron el papelito y las fórmulas grabadas en calculadora, y cual fue el desespero a media prueba cuando todo eso valía M porque no entendían como avanzar en la prueba. Las pruebas fueron diseñadas para razonar... no había que memorizar... la calificación era resultado de quien lograba entender.
Por fortuna, el arte machetera me dejó buenos hábitos de estudio: lectura frecuente, resúmenes, aplicación de ejercicios, y algo de memoria fotográfica. Así que, en esas pruebas, según fuese el reto, ya sabía dónde buscar en mis apuntes para resolver.
Años más tarde, cursando una maestría, mantuve la práctica, pero individual. Ya no tenía tiempo para los aquelarres que recuerdo con nostalgia. Al día siguiente de cada clase, madrugaba a repasar lectura y apuntes, para luego hacer resúmenes de media hoja. Cuando se acercaba la fecha de los exámenes, consolidaba los resúmenes en uno más corto, que repasaba en mis paseos en bus hasta la U. Me ayudó mucho, pero no me salvó de padecer angustias causadas por los exámenes parciales de cálculo vectorial y estadística multivariada.
Van 3 décadas desde que inicié, y sigo con la práctica. Esta vez, con los libros que leo. Resalto frases, marco páginas, tomo fotos, e incluso hago resumen de algunos. Se podría decir, que el hábito quedó sembrado.
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Reflexión
En ese momento no entendía el valor que tenía el arte machetera. Pude armar un emprendimiento académico... así como nacieron franquicias como Kumon o Mathnasium. Es más, la ONG educativa Khan Academy surgió precisamente porque un tío le hacía machetes y lecciones especiales a su sobrina para ayudarla a entender matemática.
Pero bueno, perdí ese tren. Mi radar estaba sintonizado a otras cosas, pensé que era más sencillo salir a buscar empleo... no vi la oportunidad de crear valor para quien lo necesita.
Todo este cuento, para preguntar:
¿Qué estamos construyendo a partir de nuestras fortalezas?
¿Quieres ser emprendedor? Empieza por identificar ese punto dulce, mezcla entre lo bueno que eres (realmente), lo que te apasiona (puedes hacerlo por años, un domingo), y que sea una necesidad/deseo de otros (hay mercado).
Si encuentras la respuesta, el resto es cuestión de hábitos (y un poco de suerte).
PS
Por cierto, el año pasado vi a mi hijo haciendo lo mismo. Pero esta vez no había grupo de estudios presenciales o papelitos cortados a mano. Era por redes y con google docs compartiendo con toda la clase... me dijo que lo hacía porque así estudiaba y ayudaba a otros también.... mira tú, la genética verdad que pesa, pues solo hasta hoy le cuento que fui un rey del machete.
PS2
Con la inteligencia artificial de ChatGPT se pueden hacer maravillas macheteras, pero no resuelve el problema de fondo. El valor no es tener el machete a la mano para lo que no sabes, es darte la oportunidad de aprender, razonar y construir nuevos conceptos cuando los haces.
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1 añoJajajaja misma filosofía que me está ahora enseñando mi hija….
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1 añoYo soy profesor universitario (entre otras cosas) y soy el antihéroe de los macheteros. Usualmente me los cojo y no los perdono. En alguna ocasión me dijo un alumno: “Profe, se necesita un machetero para coger a un machetero…” 🤷🏻♂️ 🤣
CSO
1 añoY nos decían que los estudiantes macheteros no serían buenos profesionales. Que equivocados estaban!!!
VP Corporate Development and M&A @ Arator.bio | Driving Growth in LifeSciences
1 añoMachetero!!