El síndrome del impostor o de la impostora 💡 tu carrera vale.
La importancia de no caer en facilismos discursivos negativos desvalorizantes en la carrera que desarrollaste o en la profesión
El síndrome impostor o de la impostora, se refiere a un fenómeno que se orienta a atribuir los logros o los éxitos profesionales y académicos a los factores externos (como la suerte por ejemplo) y no a las habilidades o capacidades personales. Las mujeres mayormente son quienes sufren esta tendencia, considerándose incapaces para ciertos puestos, cayendo inconscientemente en facilismos discursivos negativistas basados en un gran autoboicot y desvalorización personal. El síndrome del impostor, fue acuñado en el año 1978 por Pauline Clance y Suzanne Imes a raíz de un estudio que realizaron a una muestra de mujeres que habían alcanzado grandes logros.
Asimismo, existe una tendencia en quienes padecen el síndrome del impostor, a que dejen de lado sus carreras o estudios profesionales para dedicarse a cualquier trabajo completamente distinto -ya sea en el país o fuera- con el objeto de no valorizarse personalmente desde la perspectiva del merecimiento. Es decir, lo que se ha logrado y alcanzado en cuanto a nivel de estudios o carrera queda muchas veces apartado por este sentimiento.
Las personas que experimentan este síndrome tienen temor de ser descubiertas como "impostores", es decir, no aptos para ese trabajo o proyecto. En definitiva, se tiene una distorsión de la percepción de la realidad sobre la base de la incompetencia para ese rol, a pesar de que realmente no sea así. Algunos espacios de psicología que abarcan el estudio de este fenómeno consideran que es una sensación de miedo a ser expuestos como un fraude en el campo de trabajo (u otras áreas de la vida).
Generalmente, las personas que padecen el síndrome del impostor son persistentes en cuestionarse el éxito en su vida. Por ello, los interrogantes giran en torno a no sentirse merecedores del éxito o sentirse sorprendidos cuando otras personas elogian sus logros obtenidos.
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Muchas veces, el sentimiento del impostor no aparece en todos los momentos, si no en situaciones puntuales cuando se finaliza alguna etapa o desarrollo profesional. Sin embargo, este sentimiento personal muestra una gran característica de baja autoestima y poca valorización personal. El hecho de sentir que no se merece algo por lo que tanto se ha luchado o se ha trabajado es una situación que genera un desgaste y daño psicológico, porque ante la falta de considerarse capaces para ello, es muy probable que se abandone todo ese esfuerzo realizado para la obtención de estos logros. Las personas que sufren del impostor consideran que no se merecen o no valen para determinadas cosas, que versan generalmente sobre propios logros personales, aún inclusive en la circunstancia de que otros ven esa valía, capacidad y habilidades.
Para poder ser consciente de que estamos atravesando el síndrome del impostor debemos preguntarnos diversas cuestiones como por ejemplo ¿Crees que tus logros se dieron por un golpe de suerte? ¿Consideras que tu nuevo puesto o cargo se debe al azar? ¿Te parece que no sos suficiente para emprender ese proyecto? ¿Tus logros se dieron porque fuiste la persona justa en "el momento indicado"? ¿De dónde crees que vienen esas voces que se orientan hacia la baja autoestima y desvalorización?
Lo que aseguran muchos estudios es que como la sensación de no valorización empeora con el tiempo y es muy invalidante para las personas. Además, se observa que si bien está más vinculado a la etapa de carrera profesional adulta, también puede darse desde pequeños cuando comienzan los niños, niñas y adolescentes en etapa escolar primaria a no sentirse suficientes o inteligentes para algo. Asimismo, se considera que el síndrome del impostor puede orientarse hacia muchas esferas de la vida como en lo social, familiar y también en la pareja. De esta manera, el "nunca suficiente" para algo se transforma en todas las esferas de la vida una gran desvalorización.
¿Crees que estás atravesando el síndrome del impostor/a?