El sentido común

Hace unos meses fui invitado a participar en un evento de capacitación relacionado con la gestión organizacional. Fue un evento grande, habían cera de 60 personas en el público, además del equipo organizador. La encomienda hacia los facilitadores que ahí nos dimos cita fue el tratar algún tema relacionado con los vicios ocultos, y algunos otros no tanto, que suceden en las empresas. El tema que preparé fue el "sentido común" a la hora de trabajar en equipo.

A continuación les comparto un fragmento de mi discurso de apertura en aquel inolvidable evento. Espero lo disfruten y les deje una buena reflexión.

"Es un día normal en tu centro de trabajo, ha llegado la hora del almuerzo, la jornada de hoy ha decidido ser indulgente contigo permitiéndote ir a comer a tu hora. Después de comer haces sobremesa con tus compañeros. Empiezan a platicar de la situación en la empresa, charlan de todo un poco; los cambios mas recientes, los clientes, el nuevo gerente de la sucursal, un poco de ventas, recursos humanos, finanzas, que esto, que lo otro, que aquello, etc… cada uno comparte su opinión y su sentir al respecto; nada nuevo. De pronto y sin saber cómo, el tema cambia. Un golpe de timón pone en el centro de la conversación a las capacidades intelectuales y el talento incipiente del nuevo jefe del área. El susodicho comienza a ser dilapidado en el paredón secreto de la organización sin tregua ni piedad. Juicios, inferencias, etiquetas y valoraciones son lanzados como dardos punzantes. El paredón secreto de la organización es el lugar en donde todos se hacen justicia por cuenta propia en total y absoluta privacidad y hasta donde la discreción de los compañeros presentes te lo permite. Todos comienzan a opinar a través de afirmaciones que incluyen frases como “así no es la cosa”, “lo que debería hacer es”, “cualquiera sabría hacerlo mejor”, “es obvio”, “hasta yo lo haría mejor”, “es por sentido común”, “le falta sentido común” y varias opiniones más. En resumen, todos apelando a su falta de “sentido común”. El reloj marca la hora de volver a la oficina. Todos regresan al trabajo bien llenitos y satisfechos de haberse comido tanto el almuerzo como al nuevo jefe del área.

En nombre del sentido común mucha gente es excluida y señalada. Lo que llamamos sentido común pareciera que es el mas excluyente de los sentidos. Todos creemos tener la fórmula para salir airosos de situaciones que demanden respuestas correctas, rápidas y eficaces. Sin embargo la cosa no es tan fácil ya que hablar del sentido común es pisar terrenos resbaladizos."