EL SENTIDO DE PROPÓSITO
Muchos nos preguntamos por qué las sociedades a nivel mundial están colapsando. Quizá sea por el liberalismo.
Hay que decir que la única "ideología" (aunque no me gusta dicho término ya que el mismo implica creer cosas que no necesariamente son verdad sobre la base de que son acordes con una visión del mundo) que ha perdurado es el liberalismo. Tanto el comunismo como el fascismo demostraron su inviabilidad y los errores que llevan a su propia destrucción.
Pero el liberalismo se basa en ideas que provocan contradicciones severas.
En primer lugar, se basa únicamente en el logos. En la antigüedad existían dos tipos de conocimiento, que no se contraponían, sino que se complementaban: el mythos y el logos. El primero es el conocimiento de todo lo que no tiene una explicación racional contundente, es la religión, es el arte, es el misticismo; el segundo es razón únicamente, lo que podemos conocer y explicar con nuestra mente y es demostrable, las matemáticas, la física, la ciencia en sí.
El liberalismo propugna que la existencia humana debe basarse únicamente en la razón, dejando de lado las creencias, ya sean individuales o colectivas. O circunscribiéndolas únicamente al ámbito personal y no al social.
En segundo lugar, como consecuencia de basarse únicamente en la razón, provoca un tipo de pensamiento de finitud, de que sólo existes momentáneamente, aquí y ahora, para formar parte de la sociedad como una pieza en un gran engranaje, que funciona pero que provoca que ciertas partes (humanas) no sean realmente relevantes o imprescindibles para que toda la maquinaria funcione.
Pero el hombre siempre ha necesitado algo más que eso, un sentido de propósito de su existencia, un ideal al cual dirigir sus miras, un consuelo para no pensar en que toda existencia no tiene un fin en sí misma y que sólo es algo racional que empieza y acaba y no hay nada más. Que mejor ejemplo de esto el contrastar la idea de que Dios creó al hombre con la idea de la evolución, de que generación tras generación fuimos cambiando para ser lo que somos hoy, por simple selección natural y sin intervención de una "fuerza divina".
La gente hoy se encuentra perdida, sin rumbo, sin entender para qué sirve todo esto. Quizá sería bueno que el liberalismo agregara un poco de mythos a tanto logos.
Ya que por eso hoy triunfan demagogos que prometen el cielo en la tierra y que tienen aires de predicadores y que utilizan símbolos y mentiras a su favor para aprovecharse de la necesidad de la gente de tener un sentido de propósito, un fin más allá de esta breve estancia en la realidad.