El tema más importante en el liderazgo hoy en día: Testimonio de vida.

El liderazgo es hoy uno de los temas tabú de nuestra época; sea una ciencia, disciplina, cargo en una empresa o habilidad para tener gente a cargo, me parece más una responsabilidad diaria, algo que acompaña a la persona que es líder, se vuelve parte de su día a día, es un “estilo de vida”, como diría Maxwell.

Hoy veo gente con miedo para asumir el liderazgo porque se entiende la responsabilidad que conlleva, y ¿cuál es?, lo que yo llamo el “testimonio de vida”; sí, porque, como bien decíamos, el liderazgo es un estilo de vida, no es un uniforme que uno se saca al salir de la oficina y, además, el liderazgo no es algo que se aplica solo en lo laboral, sino también en la casa, en el barrio, en la ciudad, en la iglesia, entre los amigos.

Para desarrollar al máximo el liderazgo, yo debo ser coherente en todo sentido. Primero debo pensar lo que digo y luego hacer lo que digo, para tener una idea, pero es a esto que la gente tiene miedo: A vivir una vida de coherencia.

La coherencia es la encargada de cuidar mi testimonio de vida, la que lleva mi liderazgo a un nuevo nivel, al más alto, porque cuando me pongo en una posición de liderazgo me expongo a las personas y al ambiente donde lo practico. Esa exposición a los ojos del mundo se vuelve una responsabilidad, una mochila que debo estar dispuesto a cargar porque desde ese momento mi vida no volverá a ser la misma.

Nuestra sociedad necesita de más lideres que entiendan este punto, porque la gente deposita su confianza en un líder, por ende, empiezan a esperar que ocurran cosas con esa persona, que se creen realidades, se generan expectativas que caen sobre los hombros del líder. Si entendiéramos que se genera todo esto, aprenderíamos que el liderazgo se trata de cuidar a los demás y no una linda posición para hacer lo que a uno se le cante.

El liderazgo es una maravillosa oportunidad para llevar una vida consciente de que la gente que pone su confianza en mí juzga que tengo “algo” que puede ayudar a transformar una realidad en su vida, que juntos podemos llegar a un fin común que nos beneficie a ambos.

En conclusión, el liderazgo es una responsabilidad social, es la influencia que fundamos en los demás integrantes de nuestro entorno, no importa que no seas jefe de alguna empresa, el liderazgo se vive todos los días. Es un regalo de la gente al líder, una fina vasija de porcelana que está en nuestras manos y depende de nosotros el uso que le demos; o, descuidamos y maltratamos el regalo que nos dieron o damos un servicio digno de la magnitud de la confianza que se nos hace partícipes.

Al fin y al cabo, el liderazgo es una acción y a toda acción le sigue una reacción en cadena.

Cuidando la coherencia, y ese testimonio de vida, estamos impactando y dejando huellas en la vida de las personas.



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