El valioso rol de la tecnología en el cuidado del bienestar y la salud para el pasado, presente y futuro

Las radiografías y estudios médicos, las vacunas que erradicaron peligrosas enfermedades como la poliomielitis o la difteria, los distintos tratamientos o medicamentos disponibles hoy, son algunos ejemplos históricos de cómo las innovaciones tecnológicas hicieron evolucionar a la medicina, sus técnicas, sus herramientas y recursos. Por eso, no debería sorprendernos que también hoy siga teniendo un rol esencial en ese sentido.

En los últimos años, un cambio revolucionó por completo el panorama. Se trata de la big data, cuyas propiedades permitieron aportar un potente conjunto de ventajas al campo de la salud: predicción, personalización y criterios objetivos para determinar mejor nuestro estado de salud.

Hasta ahora, los datos se veían únicamente como el primer eslabón de una larga cadena de actividad intelectual. Se suponía que los datos se filtraban para obtener información, luego conocimiento y, por último, sabiduría. Sin embargo, con los inmensos flujos de datos actuales, los algoritmos electrónicos asumen esta tarea, elaborando en el campo de la salud, modelos de predicción sobre cómo evoluciona cada paciente, identificando factores clave como cuáles son las mejores terapias para afrontar condiciones difíciles de tratar.

Otro aporte de la big data es, justamente, que permite la personalización. Mediante la recolección de las métricas de salud del individuo, la tecnología puede ofrecerle un cuidado y tratamiento individualizado, focalizándose en responder exclusivamente a sus necesidades.

El análisis de datos nos ayuda a solucionar otro problema muy frecuente. Cuando nos sentimos bien y no notamos nada raro en nuestros cuerpos, solemos creer que estamos sanos. Sin embargo, nuestra autopercepción no es muy precisa. El colesterol alto o la hipertensión, por ejemplo, no suelen venir acompañados de síntomas.

Son muchas las soluciones que aportan la big data y la tecnología a nuestro bienestar. Un estudio en un hospital de Philadelphia, EE.UU., mostró que los pacientes con problemas cardíacos que recibían recordatorios en sus dispositivos móviles, bajaron sus readmisiones a la clínica en un 16%.

En el plano corporativo, así como la tecnología de datos ya se aplica en las gerencias comerciales, de producto y desarrollo, creo que es clave implementarla en las áreas de recursos humanos. Políticas de bienestar apoyadas en datos, serán la base de estrategias exitosas orientadas a mejorar la calidad de vida de nuestros colaboradores.