El Vino nos acerca a otras culturas y tradiciones.
Las Fiestas de San Mateo de la ciudad española de Logroño tienen lugar en la semana natural que engloba el día 21 de septiembre, día que el santoral dedica al apóstol.
En un informe titulado “Gigantes, cabezudos y tragantúas se adueñan del cartel mateo” María José Lumbreras , para larioja.com, vemos el cartel seleccionado entre 121 propuestas llamado “Gigantes y cabezudos vendimiando” que se empleara para las próximas fiestas de septiembre. Su autora es la artista Natalia Valles López, oriunda de Tarragona.
A pesar de la creencia popular, estas no son las fiestas patronales de la ciudad, las cuales se celebran en 11 de junio, festividad de San Bernabé, patrono de la ciudad. Son fiestas de marcado carácter popular, cuyos orígenes se remontan al siglo XII, y que, desde 1956, llevan el sobrenombre de Fiestas de la Vendimia, dada la proximidad a las fechas de recogida de la uva, en una tierra marcada por el vino. El 21 de septiembre es festivo para los logroñeses. Además, el resto de la semana los colegios y universidades permanecen cerrados y algunas actividades como bancos, o administración suelen adoptar un horario reducido. En 1980 las fiestas fueron declaradas de Interés Turístico Nacional de España.
Los GIGANTES Y CABEZUDOS son una tradición popular celebrada en muchas fiestas locales de Europa occidental y América Latina. La tradición consiste en hacer desfilar ciertas figuras bailando y animando, los gigantes, o persiguiendo a la gente que acude a la celebración, los cabezudos más comúnmente llamados en la zona de Valencia Cabuts.
Los gigantes son figuras de varios metros de altura portados por una persona. El portador hace girar y bailar el gigante al son de una banda popular de música. Generalmente los gigantes desfilan en parejas de figuras masculina y femenina. Lo más habitual es que las figuras representen arquetipos populares o figuras históricas de relevancia local.
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El origen de la tradición en la península ibérica data de la Edad Media. Las tierras de la Península en la zona musulmana tenían prohibido por el Corán representar seres vivos en los lugares sagrados. Al avanzar la Reconquista, con sus repobladores cristianos, desplazando a los pobladores musulmanes, o asentándose en poblaciones separadas, llevaron consigo sus tradiciones. En pleno Camino de Santiago, el Reino de Navarra fue durante mucho tiempo el modelo.
En España, las primeras referencias escritas en novelas datan de 12763 en Pamplona (Navarra) con tres gigantes que representaban a tres personas de Pamplona: Pero Suciales (leñador), Mari Suciales (aldeana) y Jucef Lacurari (judío). Solían salir en la procesión de San Fermín el 25 de septiembre. Pasó la costumbre al Reino de Castilla y sobre todo a la Corona de Aragón. Es costumbre de origen medieval, muy popular, acompañada de pasacalles y charangas en pueblos y ciudades de Castilla y León, Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha y norte de España. Más tarde, la tradición de los gigantes fue extendiéndose por España y el mundo entero.
Por su parte el Gargantúa (también conocido como TRAGANTÚA, TRAGACHICOS O TRAGALDABAS) es una figura de un gigante enorme y caricaturesca que se suele sacar a la calle en días de fiestas populares del País Vasco, habitual de las fiestas de las localidades como Vitoria, donde ya está documentado en 1923, o en la Semana Grande de Bilbao. También se ha utilizado en ciudades cercanas a Vitoria como Logroño, Miranda de Ebro y Haro. Los niños se meten por su boca y, a través de un tobogán, salen por la parte trasera del gigante.
Está basado en las novelas de Gargantúa y Pantagruel, de origen francés. Según José María Busca Isusi, guipuzcoano, el gargantúa era hijo de dos gigantes, llamados Grandgoussier y Gagamelle, hija de un rey salvaje. El hijo, al nacer salió de la oreja izquierda de su madre, tenía el tamaño de una ternera y pesaba varias toneladas. Tuvieron que construirle una enorme cuna. De comer le daban terneras y vacas a montones. Al final, sus padres, en vez de en carrito, decidieron llevarlo montado en un carro arrastrado por bueyes.
Fuente del texto: Wikipedia