¿Elegimos?

Martin Seligman dijo recientemente en un discurso ante otros profesionales de la psicología, que había encontrado 40.000 estudios sobre la depresión, pero sólo 40 centrados en la alegría, la felicidad o la satisfacción.

Aquí la cuestión no es que no deba estudiarse la depresión; por supuesto que hay que hacerlo, es una enfermedad grave y quienes la sufren necesitan toda la ayuda que la ciencia pueda ofrecerles.

Aquí la cuestión es el desequilibrio existente; nuestro enfoque está tan sesgado hacia la debilidad y la enfermedad que sabemos muy poco sobre fortalezas.

La psicología está a medio hacer, decía. Hemos trabajado tanto la enfermedad mental, el daño y su posible reparación, que hemos dejado de lado a la otra mitad, aquella que atañe a las fortalezas, aquello en lo que somos buenos, en definitiva, aquello que da sentido a nuestra existencia.