Emisiones negativas: el nacimiento de una industria
El año pasado las emisiones globales de CO2 experimentaron una caída de un 5,8%, la mayor desde que se guarda registro. Sin embargo, esto no contuvo su concentración en la atmósfera que alcanzó un máximo histórico. Se necesita algo más que reducir las emisiones para combatir el cambio climático, pero ¿se puede retirar el CO2 del aire y almacenarlo de forma segura? Para hacerlo habría que crear toda una industria desde cero, desarrollar la tecnología y establecer los incentivos económicos para su despegue.
Stripe, nuevo icono de Silicom Valley, hace unos años puso en marcha una estrategia para contribuir a formar esa nueva industria. Esta empresa que en poco tiempo se ha convertido en un gigante de los medios de pago por Internet - su valoración bursátil supera los 95 mil millones de dólares- ha ejecutado un plan bien calculado para impulsar la descarbonización del aire. No es la única, pero su enfoque es inspirador.
En 2019 declaró que pagaría, a cualquier precio disponible en el mercado (!), la captura directa de CO2 en la atmósfera. Al mismo tiempo, se asociaba con Deep Science Ventures, una firma de inversión especializada en el lanzamiento de nuevas empresas con base tecnología, para inyectarlas capital, comprometiéndose a ser su cliente en el caso de que consiguiesen desarrollar con éxito la tecnología.
Un año más tarde, en 2020, añadía una herramienta (stripe climate) a su oferta para permitir, a los clientes que quisieran, destinar un porcentaje de su facturación a créditos para la captura directa de CO2 del aire (actualmente hay 9.000 clientes inscritos).
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Ya en 2021, el gigante de los medios de pago es cliente de 7 de las 10 startups en las que ha invertido. Este verano, una de ellas, climateworks, era protagonista de un hito significativo: entraba en producción una planta en Islandia (Argo), con capacidad para retirar de la atmósfera 400 mil toneladas de CO2 al año. Esta cantidad equivale a las emisiones de 790 coches durante un año, una gota en el océano de emisiones.
El reto ahora es conseguir que esta tecnología escale y para ello será necesario que el coste de extracción por tonelada baje para que se produzca un incremento de la demanda. Su coste es dos veces superior al fijado en el mercado europeo de emisiones. No obstante, climeworks ya cuenta con una lista selecta de clientes comprometidos con alcanzar emisiones negativas. En ella, además de Stripe, se encuentran Microsoft o Shopify entre otros.
Hace unos días, el Gobierno del Reino Unido anunciaba que había incluido, en su nuevo esquema de comercio de emisiones, créditos para la extracción directa de CO2. Este puede ser el impulso definitivo para que emerja esta industria.
Solucionar el cambio climático requiere una mayor inventiva para desarrollar nuevas tecnologías, crear industrias y diseñar mercados. Este es el camino para situarnos en el mejor de los escenarios futuros. Stripe, con su contribución al nacimiento de una nueva industria de emisiones negativas ilustra el camino.
OS400 Service Manager at Ford Credit - FCE
3 añosGracias Fernando Maldonado
Head of Sustainable and Responsible Artificial Intelligence - ESADE MBA - Humanizing Tech
3 añosGracias por compartir, Fernando Maldonado. Hablar de la captura directa de CO2 en la atmósfera parece ciencia ficción, pero con apuestas decididas - como esta de Stripe o Microsoft con su apuesta por un balance de emisiones negativas - están muy cerca de ser una realidad.