Empanada Burger: Reflexión sobre innovación

Cesar (o Cesarex como lo llaman sus clientes) es un ambulante bastante querido por los alumnos de Universidad San Martín de Porres | Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología. Entre los productos que ofrece tiene queques, pie de manzana, postres caseros y su especialidad: Las empanadas. Cuando estuve estudiando en la universidad solía comprar mucho sus productos pero al acabar la carrera dejé de frecuentarlo. Después de un largo tiempo decidí regresar y visitarlo. Estaba igual que siempre, con el mismo carisma y humor que lo caracterizaba. Lo saludé y hablamos largo y tendido; sin embargo, noté algo muy peculiar mientras conversábamos, los alumnos se acercaban y le pedían constantemente un producto, al que llamaban “Empanada Burger”. Lógicamente, le pregunté en que consistía su nuevo producto y me contó la historia.

Un día unos alumnos le dijeron: “Cesarex empieza a vender Hamburguesas, todos te conocemos así que de hecho te compraríamos, te iría muy bien y venderías más.” Cesar se vio tentado en hacerlo; no obstante, no quería perjudicar a sus compañeros ambulantes que vendían Hamburguesas, no le parecía correcto. Sin embargo, mientras manejaba de camino a casa, Cesar tuvo una gran idea. Pasó por un tienda, compró una bolsa de papas al hilo y mayonesa, llegó a casa, entro a la cocina, cogió una empanada, la abrió y le hecho las papás al hilo, las cuales acompañó con cremas (mayonesa y ají para ser exactos), probó la empanada, le agradó mucho el sabor y pensó en que ese podría ser su nuevo producto. No perjudicaría a sus colegas y podría ser algo novedoso que atraería la atención de sus clientes. No dudó en ejecutar su idea, así que incrementó el precio de sus empanadas para cubrir el costo de los nuevos ingredientes y tener un mayor margen de ganancia, elaboró un pequeño cartel que decía “Empanadas Burger” y fue a trabajar al día siguiente con la convicción de que su idea funcionaría. No faltaron los alumnos que con curiosidad decidieron probar el nuevo producto. Y para no hacer largo el relato, fue un éxito. Se acabó lo que llevó, tenía más pedidos para el día siguiente, y en términos de Cesar “Fue un golazo”.

Me despedí de Cesar y sin duda su experiencia me invitó a reflexionar sobre algo que a veces los libros nos relatan de una forma tan compleja: La innovación. Cesar aplicó algunos conceptos importantes (a su modo) los cuales le trajeron resultados positivos, pero si tuviéramos que realizar un análisis específico creo que nos dejaría esta enseñanza:

Ejecución: Tuvo una idea y la aplicó. No pensó mucho, solo aplicó el ensayo error y descubrió algo nuevo.

Valor: Era un precio justo. Incrementó el valor, el cual fue aceptado por los alumnos debido a la novedad del producto.

Contexto: La idea no apareció en una oficina, sentado frente a una PC o en una sala de reuniones, pasó por su mente camino a casa manejando su carro.

Proceso: No tuvo que llenar un formato, mandar un correo y solicitar aprobación, preparar un plan estructurado y detallado, simplemente tuvo una idea, confió en ella, considero los principales pasos, y accionó.

Ética: Tenía un pacto moral con sus colegas y no quiso romperlo ni perjudicarlos a pesar de verse tentado en hacerlo.

Servicio: Cesar tiene un excelente carisma, brinda una atención personalizada y es claro que esta cualidad complementada con el nuevo producto, contribuyó al éxito en sus ventas.

En la entrada de las oficinas de Facebook hay varias frases que describen la cultura de la empresa. Una de ellas dice “Done is better than perfect” (mejor hecho que perfecto). Esta frase refleja claramente la forma de pensar de la compañía, la cual no tiene miedo al cambio, arriesga cuando tiene ideas y las ejecuta. Se han equivocado muchas veces y han acertado otras muchas más, pero sin duda la innovación juega un papel crucial en el éxito de Facebook.

Siempre se puede hacer mejor las cosas, siempre se puede optimizar los procesos, crear productos y mejorar el servicio pues cuando algo nos apasiona la innovación fluye. Los errores nos abren puertas si aprendemos a enfocarnos en las lecciones que nos dejan. Claro está en que el mejor camino al éxito son las enseñanzas de nuestras equivocaciones. La buena noticia es que errar es humano y la innovación requiere de experiencias proporcionadas por el error. ¿te animarías a seguir el ejemplo de Cesarex?

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