Emprender
¿Qué se necesita para ser emprendedor? Seguramente esta pregunta ha pasado por tu cabeza en alguna ocasión.
Estoy seguro que debe de haber tantas respuestas válidas como personas hay en este planeta.
Si ya te diste el tiempo para encontrar la respuesta que te satisface y que encaja con tu marco de referencia vivencial, puede ser que lo siguiente que asalte tu pensar sea ¿Me gustaría emprender? Este cuestionamiento está más polarizado y tiene afortunadamente, tres posibles respuestas: Si, tal vez y no.
Si tu respuesta es afirmativa y aparece de inmediato y con convicción, es probable que sea porque ya lo has hecho y ese emprendimiento te está brindando satisfacciones o, conoces a alguien cercano que ha estado haciendo las cosas bien y le ha funcionado, vamos, te ha contagiado con emoción.
Si te fuiste por el lado del “tal vez”, es muy seguro que hayas leído u oído algunas anécdotas sobre las bondades y algunas otras sobre los aprendizajes que han tenido algunas personas, no necesariamente conocidos tuyos. Esto te ha llevado a ser cauteloso con esta decisión al grado de no considerarla de manera constante. Es información que entró por tu mente consciente y está resguardada en algún lugar de tu mente subconsciente. Aún así no es algo que te asuste pues estás acostumbrado a conocer más y mejor antes de tomar decisiones.
Si por el contrario tu respuesta fue un rotundo “no”, es probable que te encuentres en uno de estos dos panoramas: a) Has leído u oído que al primo de un amigo de un compañero, le fue muy mal al emprender. Acabó perdiendo todo y tuvo que buscar un trabajo con menores beneficios que el que tenía antes de comenzar su emprendimiento o b) Lo intentaste y no te fue nada bien.
¿Cuál sería tu respuesta en este momento? ¿Te gustaría emprender?