Emprender, más que una idea una filosofía
¿Seremos computadoras toda la vida acatando ordenes? ¿O peor aún fingiremos que somos libres deseado día a día que esta libertad termine? Un poco difícil de comprender que es lo que el ser humano busca día tras día. En los últimos años ha sido verdaderamente frecuente que se incentive a las personas a tomar el control de sus vidas creando empresas propias y de esta forma poder tener tantos emprendedores a nuestro alrededor hoy en día. Los cuales son bastantes diversificados en las áreas de emprendimiento como lo son en tecnología, finanzas, consultorios, artesanías, belleza, etc. Estos son quienes decidieron ser ambiciosos y perseguir sus sueños.
Como ya es del conocimiento de todos, el ser emprendedor es un tema complicado de mucha paciencia y valentía, pero que pasa ¿Cuándo ya se es emprendedor? En este punto cuando se cree que ya se superaron los momentos más difíciles del proceso es cuando en realidad viene la parte complicada. Ya se es libre de aquel control que se le mantenía cuando era empleado, por ende, se podría decir que lo logró, que se libró de ser solo una máquina que acataba órdenes y más allá de eso logro su sueño, pero ahora si ¿Qué sigue? Si como emprendedor esta pregunta no tiene respuesta todo su trabajo ha sido en vano y usted en realidad se encuentra fingiendo que es feliz con su libertad la cual consiguió de manera errónea. Aquí es cuando se puede generar la interrogante de ¿Cuándo falle o en qué? Todo se resume a su idea inicial de negocios, esta en realidad no fue orientada a un tema que le apasionará sino más como una idea que le funciono en un momento dado, pero la cual ya no tiene un verdadero futuro por lo menos ligada directamente a su persona. Dado que al tomar la decisión de emprender uno de los aspectos más importantes que debe tomar en cuenta es si en realidad usted como persona es compatible con ese proyecto, de ser así le será mucho más sencillo el trabajar y crecer en él. Estos proyectos se convertirán en uno de sus orgullos personales que sin querer a todas partes que vaya dejara un poco de usted y del proyecto. Un verdadero emprendedor nunca acaba, ya que siempre desea seguir creando su vida entorno a sus proyectos creciendo de forma conjunta y es en este punto donde se diferencian quienes son verdaderos emprendedores dado que descubrieron el secreto sin darse cuenta, restablecieron sus vidas con una nueva filosofía y seguidamente se puede encontrar a quienes solo tuvieron una buena idea.
Como dijo Henry Ford “Un negocio que solo hace dinero, es un negocio pobre", emprender es perseguir un sueño recordando que nunca se deja de soñar. Este será un camino duro, pero quien lo afronta con determinación, vocación y seguridad en sí mismo lograra llegar a un punto donde la parte más importante de su vida es que su trabajo nunca termine dado que es su verdadera pasión consiguiendo de esta forma encontrar la felicidad.
Referencias
ORTEGA, S. (2014). La política en manos de los empresarios: el imparable ascenso de la ideología del emprendedor. Revista Papeles de relaciones Ecosociales y cambio global, 127, 29-43.