Empresa, ¿cuál es tu propósito?

Una reflexión de las empresas y los valores

A la hora de llevar a cabo cualquier proyecto en la vida a veces nos planteamos qué objetivos deberemos cumplir. Creo que es muy importante tener claro lo que queremos conseguir. Habrá quien lo haga por escrito, quien lo planifique, quien establezca un lienzo Canva o quien se deje llevar por sus instintos o intuiciones. De lo que no cabe ninguna duda, es que aquellos que lo socialicen, tendrán más facilidad para lograr sus objetivos.

En las organizaciones empresariales pasa exactamente lo mismo. Antes lo llamábamos visión, misión y valores. Pero ¿conoces cuál es el verdadero propósito de la organización en la que trabajas o a la que compras sus productos y servicios?

Hace mucho tiempo, concretamente en 1943, Abraham Maslow desarrolló una pirámide que planteaba la motivación humana en función de sus necesidades. Hablaba Maslow de las necesidades básicas, de seguridad, sociales, de autoestima y finalmente de las de autorrealización. Hoy en día, con matices, esto sigue vigente. Las empresas son personas y su actividad genera impactos. También cumplen con la función de cubrir nuestras necesidades. ¿Pero cómo?

Partiendo de una experiencia

Uno de los mejores recuerdos que tengo de mi vida profesional fue cuando fundé junto a otras personas, en ese momento en desempleo, la Asociación de emprendedores sociales Hiberis y posteriormente mi consultora Voluntas Consulting. En Hiberis transitamos juntos el camino para construir un hub en donde se encontraran y colaboraran todos aquellos que pensábamos que montar una empresa va más allá de la obtención de beneficios y ganar poder en el mercado a costa de lo que sea. Aquella asociación no fue a más cuando el equipo fundador se disgregó. A mí personalmente esa experiencia me ayudo mucho. Saqué adelante mi consultora y co-fundé en Colombia una startup llamada Ecoliza, cuyo objetivo era una gestión más eficiente de los residuos mediante la aplicación de la tecnología cloud.

En aquella época mi conciencia hizo un click y comencé a valorar en mayor medida aquellos proyectos que a través de su actividad generasen un impacto positivo, sostenible con el medio ambiente y socialmente responsable. Esto que señalo, seguramente le habrá pasado a mas gente. Considero que es una de las tendencias que irán en aumento en los próximos años. Es decir, intentar se coherente en tu vida profesional, que no es fácil y encaminar tus actos y tu actividad hacia un propósito de vida compartido con los proyectos que desarrollas.

La revolución tecnológica que genera la IA va a facilitar que prestemos más atención a aquellas empresas y proyectos que tienen un propósito claro. La automatización de procesos y toma de decisiones nos va a dejar más tiempo para valorar aquello que realmente es importante, que genera valor en la sociedad, lo que de verdad impacta y resuelve necesidades. A menos que los algoritmos sean caprichosos y nos encaminen a lo frugal, al mainstream, con menos profundidad de conocimiento, generando desinformación y la desaparición del pensamiento crítico. Todavía soy optimista y espero que esto no suceda.

Ante los retos medio ambientales y sociales

Pese a esta revolución tecnológica, vamos a continuar con la necesidad de superar grandes retos, sin duda el primero de ellos, por su importancia, será la viabilidad de nuestra vida en la tierra. El cambio climático provocado por el calentamiento global ya no tiene vuelta atrás y cada vez afecta más a las economías, generando migraciones, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, la salud pública, provocando cambios en la movilidad, fomentando cambios en la gestión energética, etc y en general en el día a día de todos los ciudadanos. No necesitamos una IA para saber que este es el gran reto de nuestro tiempo.

Aquellas empresas que contribuyan a mitigar estos cambios y a construir soluciones efectivas de transición ecológica serán bien vistas por la sociedad. Una empresa con impactos negativos en el medio ambiente, que no haga una gestión sostenible y eficiente de sus recursos energéticos, utilizando energías renovables, que no gestione sus residuos con modelos de economía circular, que no realice eco diseño en sus embalajes, es una empresa que no estará en el top de las empresas más reconocidas durante los próximos años.

Empresas con propósito social

Por otro lado está el aspecto social. Y no es menos importante. Es curioso, pero sin duda es consustancial al ser humano que todavía haya muchas empresas cuyo único objetivo es ganar dinero. Algunas además pueden disimularlo porque de vez en cuando organizan campañas sociales o acciones caritativas. Pero las personas no somos tontas, sabemos discernir qué empresa genera un impacto social verdadero, sostenible y perdurable en el tiempo. Qué organizaciones predican con el ejemplo y tienen en sus valores una verdadera acción de responsabilidad social.

Las empresas, sin duda alguna, lo más importante que generan es empleo, pero no son pocos los empresarios que se quedan solo con eso, como si fuera el único leit motiv para crear un negocio: "Yo creo mucho empleo y por eso yo gano mucho dinero". Desde mi punto de vista en una empresa concurren muchas más responsabilidades. ¿Dónde queda la calidad del empleo generado?, ¿Y el impacto social de las acciones que desarrollan? ¿Se preocupan por la estabilidad de sus plantillas?, ¿Por la salud de sus trabajadores, su salud mental?, ¿Tiene planes de igualdad?, ¿Integra a los colectivos más desfavorecidos en sus plantillas?, ¿Favorece la conciliación familiar? Afortunadamente cada vez son más los emprendedores y las empresas que enfrentan todas estas responsabilidades.

Una conclusión y un deseo

En definitiva, desde mi punto de vista, aquellas empresas que sean capaces de comunicar o demuestren con sus acciones, cuáles son sus propósitos y valores, siendo capaces de concitar talento en torno a ellos. Aquellas compañías que creen estructuras culturales fuertes y con propósito. Y en la medida que estos propósitos coincidan con los propósitos de sus trabajadores, clientes y consumidores, estas organizaciones tendrán sin duda un futuro brillante. Eso es lo que necesitamos para desarrollar una sociedad y economía mas justa y sostenible.