¿En Busca de la Felicidad?

Salir en busca de la felicidad, es como empeñarse en buscar un pozo para llenar un balde, en medio de un aguacero. Y es que la felicidad siempre está a nuestro alredor, presente en los más sencillos detalles: la suave brisa en un día caluroso, dinero que encontramos en una prenda de vestir cuando más lo necesitamos, la sonrisa de un ser querido con una enfermedad terminal, recibir las sinceras disculpas de alguien quien nos ha ofendido, el fallo en el motor del vehículo que nos libró del terrible accidente dos esquinas más adelante, llegar a la panadería justo cuando ha salido el pan del horno, escuchar a nuestros hijos reír como cascabeles o verlos aprender a montar bicicleta... Ser feliz es ser capaz de reconocer, recordar y sumar estos valiosos instantes.

El problema con algunas personas, radica en que piensan que la felicidad es un destino, un lugar al que van a llegar en un momento determinado de sus vidas, y en el cual van a encontrar un gran edificio adornado con un letrero lumínico que reza: ¡FELICIDAD! Yo creo que no es así. La felicidad es un viaje y no un destino. Un viaje que dura toda la vida, y está en cada uno de nosotros el disfrutarlo al máximo.

Existen personas en el mundo que piensan que van a ser felices “muy pronto”: cuando cambien de trabajo, cuando sus hijos crezcan, cuando se muden a otro vecindario, cuando ganen más dinero, cuando ya no tengan que trabajar, cuando finalicen los estudios, cuando ganen la lotería...

Aprendamos a valorar y disfrutar lo que ocurre en cada día de nuestras vidas y demos gracias por ello. Dar gracias diariamente, es un excelente ejercicio para ayudarnos a “abrir los ojos” y apreciar que nuestros días no son tan terrible e insípidos como a veces pensamos que son. ☼ 

Alex Guerrero es un creador de contenido en ciernes que vive en Lawrence, Kansas. Considera que la pizza de piña sólo debería ser usada como repelente de tiburones y  que el chocolate nunca falla  en hacer felices a las papilas gustativas.