En equipo mejor que solo

Autor: Iker Santos experto en innovación Tecnalia y consultor internacional de Innovemos Guate

Innovar es un trabajo en equipo. Cada vez más, son necesarias la interacción entre diferentes disciplinas dentro de los procesos de desarrollo de nuevos productos/servicios y la “hibridación de talentos” para obtener el tan anhelado desarrollo y crecimiento del negocio. Conscientes de ello, en INNOVEMOS GUATE se han configurado equipos de trabajo (Core Team) que aglutinan distintos perfiles y perspectivas (Dirección, Comercial, Oficina Técnica, Personas…). El tamaño recomendable es de 3 a 6 personas, dependiendo del tamaño y las características particulares de la empresa.

Para el buen funcionamiento de un equipo es fundamental que conozca la estrategia de la empresa y cuáles son sus líneas estratégicas para poder ‘remar todos en un mismo sentido’. Es clave, por tanto, tener el marco de actuación claramente definido y conocido por los implicados, así como construir el equipo desde la multidisciplinariedad. Incorporar profesionales que provengan de distintas disciplinas hace que contemos con más recursos y habilidades para encontrar y desarrollar soluciones innovadoras.

No obstante, soy de la opinión de que es difícil hablar de ‘claves de éxito’ en torno al desempeño de los equipos de innovación. Todo lo que tiene que ver con las personas es complejo y poliédrico. Más bien podríamos hablar entonces de algunos ‘factores críticos de fracaso’ (como hace “El libro negro del emprendedor” aplicado al ámbito del emprendimiento) que conviene evitar:

·        Metas poco claras, con objetivos mal (o nada) definidos.

·        Falta de soporte y/o compromiso por parte de Dirección.

·        Falta de recursos y formación.

·        Individualidad y/o competitividad entre los miembros.

·        Mala comunicación interpersonal, que dificulta alcanzar un consenso general sin imponer una idea por la mayoría.

·        Falta de reconocimiento y/o recompensa.

·        Liderazgo defectuoso del equipo y roles mal (o nada) definidos.

Considero relevante no entender el estilo de dirección del equipo como un mero mecanismo de gestión de proyectos y sí como una oportunidad de aplicar el liderazgo en toda la extensión del concepto (conjunto de capacidades que un individuo tiene para influir en un colectivo de personas, haciendo que este colectivo trabaje con entusiasmo en el logro de objetivos comunes). Dirigir no es liderar, aunque el liderazgo es una buena habilidad directiva. Y los requisitos básicos que debe poseer un buen líder son: curiosidad, confianza, integridad, visión, pasión y valentía.

No soy experto en liderazgo y me lío un poco al incorporarle apellido al concepto. En Internet encontramos menciones a liderazgo creativo, liderazgo basado en valores, liderazgo innovador, liderazgo distribuido o liderazgo resonante, y vete tú a saber cuántos tipos más. Sin embargo, creo que la esencia de todos los estilos es la misma y queda recogida en el párrafo anterior. En el caso de los equipos de innovación, su liderazgo va más allá de la simple función de un individuo, de su carisma o de su conocimiento. Podríamos hablar, en este caso, de liderazgo distribuido entre las personas del equipo o, incluso, una evolución lógica hacia equipos autogestionados. Lo visualizo como la estructura organizativa más adecuada para hacer aflorar la motivación intrínseca de las personas en un contexto de innovación.

Por último, hablando de equipos, no se pueden pasar por alto los roles de Belbin. En 1981, el investigador y teórico del management Meredith Belbin publicó “Equipos directivos: el porqué de su éxito o fracaso”, donde exponía su Teoría de Roles de Equipo cuya repercusión en la forma de entender y desarrollar el trabajo en equipo ha sido enorme y sigue vigente.

Según dicha teoría, dentro de un equipo se identifican 9 roles, cada uno de los cuales exhibe una serie de puntos fuertes y de limitaciones, pero cuya conjugación es lo que da riqueza al conjunto. Su conocimiento es de suma importancia para cualquier directivo o responsable de equipos de cara a construir un equipo de trabajo de éxito.

Os recomiendo visitar el enlace a su página, pero, a modo de apunte, aquí dejo los roles que distingue y sus características:

·        Cerebro: Creativo, imaginativo, librepensador. Genera ideas y resuelve problemas difíciles.

·        Investigador de recursos: Extrovertido, entusiasta, comunicativo. Busca nuevas oportunidades. Desarrolla contactos.

·        Coordinador: Maduro, seguro de sí mismo, identifica el talento. Aclara las metas. Delega bien.

·        Impulsor: Retador, dinámico, trabaja bien bajo presión. Tiene iniciativa y coraje para superar obstáculos.

·        Monitor Evaluador: Retador, dinámico, trabaja bien bajo presión. Tiene iniciativa y coraje para superar obstáculos.

·        Cohesionador: Cooperador, perceptivo y diplomático. Escucha e impide los enfrentamientos.

·        Implementador: Práctico, de confianza, eficiente. Transforma las ideas en acciones y organiza el trabajo que debe hacerse.

·        Finalizador: Esmerado, concienzudo, ansioso. Busca los errores. Pule y perfecciona.

·        Especialista: Entregado, independiente, con intereses limitados. Aporta cualidades y conocimientos específicos.

Fotos: colaboración de Paco Prieto y Alejandra Maselli