En homenaje a mis alumnos...
Alejarse del "pensamiento único" (muy apreciado por los mediocres) puede tener consecuencias...

En homenaje a mis alumnos...

Hace 25 años comencé a colaborar con Universidades, Escuelas de Negocios, Colegios de Ingenieros... en actividades de tipo formativo, fundamentalmente en cursos de postgrado y todo tipo de máster de especialización. En todos estos años he compartido, con centenares de alumnos, visiones y experiencias de la gestión empresarial.

Durante los últimos 15 años, mi labor docente -más allá de las actividades propias de mi desempeño profesional- ha estado ligada, casi en exclusividad, a la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Valladolid. En la última década he dirigido, de forma continuada, un total de catorce (14) másteres relacionados con la industria (con el área de las Operaciones en el sentido más amplio). En este tiempo he conocido a extraordinarios docentes (directivos de primerísimo nivel, comprometidos con el desarrollo de nuestros jóvenes y, también, de los menos jóvenes), he (re)descubierto a muchas empresas de nuestro entorno (que de forma extraordinariamente generosa nos han abierto sus puertas para ver sus procesos, realizar proyectos o acoger a alumnos en prácticas) y, por encima de todo, he tenido el privilegio de compartir tardes de viernes, y mañanas de sábado, con una legión de ilusionados y sacrificados alumnos (con muchos de ellos guardo una estrecha relación). Nada de lo realizado en estos años tiene sentido si no lo miramos desde la óptica de nuestros alumnos (desde su apuesta por el conocimiento, desde sus deseos de seguir avanzando profesionalmente, desde sus sueños de inserción laboral...)

Como todo en la vida tiene un final, ha llegado la hora de "cortarse la coleta"; un final que se ha precipitado por un "cambio de estrategia" de la propia Cámara de Comercio (aparentemente no hay ninguna razón ligada a la gestión y/o a la docencia). Reconozco que el comunicado de mi "cese" me resultó tan sorpresivo como sorprendente (tanto por la forma como por el fondo), aunque visto con la perspectiva de los días no me parece, ahora, ni lo uno ni lo otro.

Siempre he intentado el inculcar a mis alumnos un espíritu crítico para que, con mente abierta, pudiesen sacar el mayor partido a los conocimientos y experiencias trasmitidos por todos los profesionales que me han acompañado en esta aventura. Muchos de estos alumnos se convirtieron en convencidos "abuelistas", y si algo tenía mi abuelo era una visceral animadversión hacia todo aquel que ensalzase el "pensamiento único". A mis alumnos de todos estos años les debo una explicación: mi salida de la Escuela de Negocios es el precio que he pagado por alejarme del "pensamiento único", por mostrarme crítico (desde la educación, la "factualidad" y la coherencia con mis convicciones y valores) con aquel que considera a la Cámara de Comercio como su "cortijo". Sus sueños (o, por mejor decir, sus delirios oníricos) de contar con un Comité Ejecutivo, un Pleno y una plantilla "alineados sin condiciones" se vio truncado; su máximo anhelo, ahora, es poder recuperarlo (y lo está dando todo, especialmente mediante un "trabajo sórdido" con los empleados, para que así sea).

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No hace falta haber pisado la Universidad para entender la riqueza que supone la confrontación de opiniones, la diversidad de puntos de vista, la pluralidad en sentido amplio. El "Trumpismo" es una corriente que está calando hondo entre algunos mediocres, que se están convirtiendo en terraplanistas de la razón, en aniquiladores de la discrepancia. ¿Qué se puede esperar de alguien que presume de no leer, de alguien que se jacta de tener a políticos y periodistas comiendo de su mano, de alguien cuya apuesta "empresarial" se resume en la posibilidad de esquilmar fondos públicos disfrazados de subvenciones? Para todos ellos, sirva, como regalo de despedida, una de las frases del abuelo:

"Los gansos secundan al líder de la bandada por la majestuosidad de su vuelo, no por la fortaleza de su graznido"

Me siento honrado por el cariño, y respeto personal/profesional, que siempre me han demostrado los diferentes equipos que han ido pasando por la Escuela de Negocios, por la Cámara en general. A todos ellos, mil gracias.

Me siento orgulloso de los profesionales que me han acompañado durante estos años, de las muestras de cariño que me han regalado en estos días. Tengo para escribir un nuevo libro con los comentarios y reflexiones que me han hecho llegar; reflexiones llenas de puntería semántica, de fino sarcasmo, de sentido común. A todos ellos, mil gracias. Confío en que, a pesar de la situación de tesorería de la institución, al parecer más que dramática, podáis recibir la modesta contraprestación a la que nos comprometimos con vosotros (y que sin ser lo que os movilizó a la hora de aceptar mi propuesta de colaboración, algunos esperáis desde hace ya muchos meses).

Por último, a mis alumnos (y no me refiero sólo a los de los másteres que dirijo), a esa "legión de abuelistas" que defienden la heterogeneidad intelectual frente al pensamiento único, a todos ellos, un millón de gracias. Espero haber estado a la altura de vuestras expectativas, haber aportado mi granito de arena en vuestro desarrollo profesional y, como no, haber podido compartir enseñanzas que nos regala la vida: cultura popular y sentido común que, confío, hayan iluminado vuestro camino.

Los que me conocen bien, están convencidos de que me embarcaré en algún nuevo proyecto docente (para intentar seguir aportando valor a alumnos y empresas de nuestro entorno), en cuyo caso seréis los primeros en saberlo. El claustro docente, del antes y del ahora, ya me ha mostrado su apoyo unánime para seguir acompañándome en nuevas aventuras; no hay mayor garantía...

Querido Antonio J. Fernández Álvarez, sabes que hace unos años cambié mi vida tras superar el examen más difícil que se nos puede plantear... y aquel Master no se podía preparar. Cuando decidí pegar un cambio de rumbo tuve la gran suerte de encontrarme contigo y con todo el equipo que en aquel entonces liderabas en la Cámara, que acierto comenzar aquel Master!!. Disfrute como un enano rodeado de gente mucho más joven que yo en su mayoría, con unas ganas locas de aprender y viendo como esculpías voluntades, empoderabas espíritus y sacabas lo mejor de cada uno. Ya nos trasladarás los nuevos proyectos... seguro que algo haces para seguir criando nietos por el mundo con tu palantismo. Lo siento por la Cámara...

Antonio J. Fernández Álvarez

Escritor, conferenciante, consultor, formador, coach, senior advisor...

4 años

Gracias Mariana, el amigo Pedro Ruiz siempre me “enreda” para colaborar en su Máster; estoy seguro que algún día nos volveremos a encontrar él y yo. Es muy “heavy” lo que comentas, y me siento honrado de haber podido compartir aula contigo, con todos vosotros.

Mariana de la Fuente Blazquez

Dpto. Logística Bodegas Peñascal - Entrecanales Domecq e Hijos S. A.

4 años

Antonio, es un placer considerarme alumna tuya aunque solo fueran unas horas. Fue hace unos meses, pero tu clase fue un punto y aparte en mi vida laboral y personal. Desde luego la Cámara y sobre todo los futuros alumnos, se perderán un profesor magnifico. Espero que volvamos a encontrarnos y muchas gracias!

Angel Manuel Gento Municio

Coordinador Máster en Logística en Universidad de Valladolid

4 años

Ha sido un placer colaborar juntos estos años. Y todavía tengo la esperanza de que sigamos haciendo cosas juntas en la universidad, en la Cámara o donde podamos

Oscar Estrada Coito

Director de Logística en Grupo PS3 Polar Stock

4 años

Triste noticia para la Cámara de comercio Antonio, aunque, parece ser,aún no lo saben. Como ex alumno tuyo, solo puedo tener palabras de gratitud por meterme en vena esa mejora continua, en todos los aspectos de mi vida. Muchas gracias Antonio y espero noticias de tu nueva aventura

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