En Internet, ¿hay privacidad en los datos?
La tecnología siempre ha ido por delante de las personas y nuestras costumbres, la capacidad que tenemos para adaptarnos a los vertiginosos cambios sociales que provocan los adelantos tecnológicos es insuficiente.
A continuación expondré algunos ejemplos donde la privacidad se ve transgredida a través de medios tecnológicos; esto es algo que seguimos viviendo y que seguirá teniendo impacto en nuestras vidas.
En Fotografías
Hoy puedes aparecer en una foto y convertirte en un meme, aparecer en todas partes sin que te enteres e incluso sin tu autorización y ser visto por millones de personas.
Ese es el caso de Gabriel Malpica que es famoso por ser usado en memes para encarnar a los llamados “chairos”, personas con ideología de izquierda; la foto fue utilizada para crear un meme y se viralizó.
Es aquí donde surge la cuestión del derecho a los datos, incluso considerando una imagen como datos personales.
Tú Imagen
Puedes aparecer en una fotografía de alguien más sin querer o te pueden fotografiar y usar tu imagen si tu consentimiento y dar la vuelta al mundo. Ésto puede tener consecuencias positivas o negativas, en algunos casos los protagonistas de los memes han obtenido ganancia de explotar su imagen, pero en otros podría ser negativo.
Ésta situación se podía haber presentado antes, lo que ha cambiado ahora es la capacidad de Internet para que en instantes estés en línea y lo hagas para siempre. Con el potencial de que personas de todo el país e incluso del mundo te puedan conocer de la forma en que aparezcas en la instantánea.
Transmisión de Video en Vivo
Lo mismo sucede con los lords y ladys que gracias a la capacidad de los dispositivos móviles para tomar y transmitir videos en tiempo real, pueden inmortalizarte y estigmatizarte en un momento que hagas algo inapropiado, muchas veces con consecuencias negativas para las personas que los protagonizan.
Foto Multas
Las cámaras de vigilancia y foto-multas presentan retos particulares para la privacidad de las personas. Hoy es posible que si excedes el límite de velocidad de una calle, invadas la zona peatonal o de ciclistas, seas multado y la evidencia del delito, una fotografía de tu vehículo donde la placa se aprecia claramente, sea enviada a tu domicilio, así como la ubicación.
Tus Datos son el Producto
Esa información aporta detalles de la hora y el lugar donde te encontrabas; con el número de placa es posible, no sólo para la autoridad, para cualquier persona, revisar a nombre de quién esta el coche, la dirección y si tienes multas de tránsito.
Información que podría aprovecharse para vender productos o servicios como seguros o refacciones, incluso para aumentar el costo de la prima de seguros por ser un conductor que tiene muchas multas por exceso de velocidad.
Otro aspecto es que se pueden usar las cámaras para seguir a los automovilistas y establecer patrones de comportamiento, a dónde se dirigen , dónde se detienen, cuánto tiempo pasan en un lugar.
Big Data
Usando Datos Masivos o Big Data podemos integrar todos esos datos y generar hipótesis como lo que ya hace Google Maps o Waze, que basados en nuestros patrones de navegación, tratan de deducir a dónde nos dirigimos cada vez.
Podemos complementar esos datos con información de comportamiento en línea de los usuarios, buscar su dirección aproximada, el sexo del conductor, hábitos de manejo entre otros.
Reconocimiento de Emociones
Usando cámaras en las tiendas se busca utilizar técnicas de reconocimiento facial para identificar clientes, sus emociones y reacciones cuando están en tienda; desde que llegan, durante su estancia y cuando se retiran.
Tomando fotos y video de los clientes en varios momentos para después analizarlos a través de software que permite reconocer las emociones captadas en las expresiones de las personas; usando técnicas de neuromarketing pero de forma automática y masiva.
Para poder medir la efectividad de los anuncios, la presentación de los productos o el resultado de los servicios de atención a cliente. ¿Si el cliente llego molesto, salió contento?, cuando vio el producto, ¿mostró interés?, el comercial, ¿llamó su atención?, ¿en qué segundo y durante cuánto tiempo? Son respuestas que podemos obtener de este tipo de análisis.
Pero la pregunta realmente importante es ¿tienen derecho a tener mi imagen y usarla para esos propósitos?, llegando a conocer cómo reacciono en un nivel en el que no podemos mentir, con nuestras respuestas emocionales.
Aunque videos de mi comportamiento ya existen desde hace tiempo, debido a la video-vigilancia en tiendas y otros lugares, lo que ha cambiado más es la capacidad de tomar esas imágenes y analizarlas de forma automática sin que sea necesario que una persona las esté revisando.
¿Conclusión?
La tecnología continuará siendo un medio que transformará nuestras vidas, será difícil que la legislación se adapte a su paso.
Es por eso que la privacidad sigue siendo un tema de discusión. ¿Dónde inicia mi intimidad y dónde empieza la libertad de tener imágenes mías de los demás?
Es la cuestión que habrá que resolver.
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