EN PILARES SE TRANSFORMAN ESPACIOS CON LA DANZA

Existen muchas maneras de comunicarnos. Comúnmente las personas piensan que comunicar sólo es hablar, se olvidan de los gestos del rostro, manos, piernas y cada parte que integra el cuerpo humano, cuando en realidad los seres humanos pueden expresar sus sentimientos y emociones a través de la danza.

Cuando se habla de danza, de inmediato se piensa en finos y delicados vestuarios de ballet o si va acompañado con el adjetivo “folclórica”, se imagina en largas y coloridas faldas con listones y peinados altos. Si bien ambos ejemplos integran la danza, no son las únicas en el mundo y en los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES). 

Una de las medidas que los PILARES de la Ciudad de México a través de dos de sus 5 programas sociales: Artes y Oficios comunitarios junto a Ponte Pila, deporte comunitario a diario ponen en movimiento a las personas usuarias en PILARES en espacios públicos parques, canchas, bajo puentes, sin olvidar que los mismos PILARES son espacios públicos recuperados o rehabilitados en zonas marginadas de la CDMX. 

Las y los promotores deportivos y culturales se encargan de acercar el derecho a la ciudad. A través de la danza clásica, danza contemporánea, danza aérea, danza folclórica, danzas del mundo que engloban (árabe, hawaiano, tahitiano, danzón, salsa, cumbia, bachata, dance heels, africana, dancehall y  jazz) y vídeo danza (aquí es donde la cámara y los movimientos dancísticos generan una coordinación entre ambos). 

Con estas actividades dancísticas la comunidad PILARES resignifica el territorio, como los PILARES bajo puentes, dejaron de ser espacios de tránsito y publicitarios para abrir paso a la expresión artística al alcance de todas las personas sin importar su edad. En las clases de danza se pueden encontrar desde personas de la tercera edad hasta niñas y niños de 4 años ejerciendo su derecho a la cultura con baile y deporte moviéndose por gusto propio. 

De igual manera, están las canchas y parques que se encuentran cerca o forman parte de los PILARES, donde no sólo se practica fútbol o se usa para la contemplación y permanencia (según sea el caso). Son espacios abiertos y compartidos por mujeres, niños, niñas, hombres, personas adultas mayores para practicar danzas, dejando de lado los roles de género y ocupan su cuerpo que les permite apropiarse del espacio público. 

Aquí es donde la corporalidad a través de la danza rompe con la cotidianidad del entorno, pues en los espacios públicos se observan personas entre telas perfeccionando sus movimientos de danza área, bailando al ritmo de la salsa, cumbia bachata o recorriendo las danzas del mundo desde el movimiento ami (círculos de cadera de lado a lado) del hawaiano hasta personas con largos tacones controlando su postura y rodillas para no tropezar. 

Es así como estos espacios comunes pensados para el tránsito fugaz y la no permanencia se vuelven recintos de futuras y futuros bailarines, coreógrafos o practicantes de cualquier danza que mayor satisfacción le genere a su cuerpo. Con estas acciones comienzan a cambiar las dinámicas y jerarquías de estos lugares para volverlos más accesibles y darles un nuevo sentido comunitario con disfrute y alegría. 

¿Por qué se festeja a las danzas el 29 de abril?

Cada 29 de marzo desde 1982 se celebra el Día Internacional de la Danza, ya que el Comité de Danza del Instituto Internacional del Teatro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Este día se realiza en conmemoración de Jean-Georges Noverre, quien fue creador de coreografías y del ballet moderno. El motivo de esta celebración anual es homenajear a la danza, en todas sus formas, diversidades y universalidad sin importar barreras políticas, culturales y étnicas, y unir a todas las personas bajo un lenguaje común: la danza.

Cada año una bailarina o bailarín o destacado en la danza envía un mensaje a todas las personas que practican estos movimientos. Este año la encargada de dar el mensaje a todas y todos los bailarines y coreógrafos del mundo fue Mariela Nuñez, bailarina argentina, reconocida internacionalmente por ser protagonista en obras como “Lago de los Cisnes", "La Bella Durmiente", "Romeo y Julieta" y "Giselle".