La seguridad no existe. Sólo existe la absoluta inseguridad. Pero, no por eso, se ha de ir a una hoguera, donde podamos quemarnos.
Esas bacanales violentas de la tortura de los toros, de drogados, de las borracheras, que desatan el sexo salvaje, y todas las pasiones y miserias humanas, evidentemente es un peligro. Donde todo lo más grave puede suceder: violar, forzando violentamente, a una mujer y matarla.