Encarnando la expansión: un estilo de vida consciente y auténtico

No te voy a vender sueños de colores ni a marear con filosofías prefabricadas; elijo ser franca.

Mi travesía de expansión de conciencia comenzó viviendo 13 años con diversas comunidades indígenas en la espesa selva del Guaviare, Colombia, entre ellos los Nukak Maku, llamados los últimos nómadas verdes. Así que acomódate que te contaré un poco.

Todo lo que comparto es desde mi experimentación y encarnación pura.

De los indígenas, aprendí muchas cosas; ya te puedes imaginar. Las más significativas y que generaron un gran cambio en mi evolución fueron aprender a vivir alineada con mi esencia, incorporar prácticas para desbloquear y alinear mis energías, permaneciendo en modo autoacecho consciente, aprendí a encarnar e integrar el conocimiento, porque sin encarnación no hay evolución, ni trabajo de mentalidad que valga.

Igual que tú, también atravesé noches oscuras del alma. Mi espíritu inquieto y curioso me llevó al encuentro de maestros, alquimistas y seres multidimensionales, así como a explorar muchas medicinas ancestrales, viajes terrenales y astrales, sectas, religiones, filosofías, prácticas y estudios que no me interesa mencionar aquí para parecerte más interesante y que valides mi camino.

Todo esto fue parte de un capítulo en el que buscaba encontrarme a mí misma e inocentemente anhelaba comprender el gran misterio de la existencia humana.

¿Qué aprendí?

Que el único lugar para encontrarte a ti mismo está dentro de ti. Y en cuanto a la existencia humana, que no hay nada más espiritual que ser humano.

La espiritualidad genuina nada tiene que ver con exigencias, ni mucho menos con la adopción de un estilo de vida monástico, ni renunciar a los placeres mundanos.

La renuncia que propone no se trata de prohibirte disfrutar de las experiencias "mundanas" propias de ser humano, sino de liberarte de depender de ellas y no atribuirles el poder de hacerte feliz, ya que la plenitud no se encuentra en ellas, sino dentro de ti.

No es sobre lo que hacemos externamente, sino sobre la conexión profunda con nuestra esencia interna.

Empecé a meditar de manera habitual a mis 17 años, a hoy ya son 20 años. Aunque la verdadera revelación me llegó cuando me liberé de los mandatos espirituales, dejé de cumplir con el "tiene que ser así" que muchos proclaman y abracé la libertad que da "ser yo misma sin pedir disculpas por ser quien soy".

En ese proceso, descubrí mi propia forma de meditar y creé para mí, lo que llamo "Meditaciones salvajes", para trabajar miedos, estrés acumulado, bloqueos energéticos, tomar consciencia e impulsarme a la acción.

Ahí combino trabajo somático y programación psicoenergética, en visualizaciones chamánicas que suceden en espacios salvajes, naturales y en compañía de guías como los animales de poder. Una práctica que se me facilita y disfruto hacer, porque sin disfrute no hay espiritualidad que valga.

Mi filosofía es simple: escúchate y haz lo que sientas.

La espiritualidad y el crecimiento personal auténtico se encuentran en la conexión con tu verdad y sabiduría, no en cumplir con reglas impuestas por nadie.

Todo lo que comparto con mis clientes, en viajes, inmersiones y retiros energéticos, es mi propia experiencia, encarnación pura y canalización.

De mi experimentación nació -Proceso Singular-, no es un método como los que abundan en redes sociales con la nueva espiritualidad de microondas para parecer más cool.

Es un estilo de vida, una zambullida profunda en tu ser, un reencuentro contigo mismo para despertar tu conciencia y encarnar genuinamente más expansión.

Con -Proceso Singular- acompaño a humanos que lo tienen todo, pero sienten que aún les falta algo y quieren más. Buscan más conexión interior, disfrute, impacto, significado y expansión para hacer de su buena vida una extraordinaria.

No soy un gurú, no soy coach, ni quiero serlo. Prefiero ser honesta y sincera.

Tampoco esperes de mí que te llene la cabeza de espejitos de colores, ni pajazos mentales para venderte nada, cuando lo haga voy a ser directa porque te respeto.

No creo que la espiritualidad ni el desarrollo personal vayan de acumular cursos, herramientas y prácticas que nunca terminas de integrar. Tampoco creo que todo sea para todos, no somos muñequitos en serie. Tendrás que probar, ¿verdad?

Lo mío va de experimentar. Te hablo de conexión interior y espiritualidad práctica, con los pies bien sembrados en la tierra y la energía bien alineada a la fuente creadora (Punto Cero Energy) donde toda forma y materia se diluye, donde queda la esencia de tu ser, o sea, la energía pura que eres y prevalece en toda la eternidad.

Te hablo de encarnar realmente en la vida cotidiana lo que entra por tu mente en forma de conocimiento y que puedas usarlo en la práctica, en los momentos de mierda o disfrutarlo a tope en los momentos de contemplación.

Y por favor, no me creas, duda de todo lo que te digo. No soy de los que quieren ser seguidos, ni ser mentores de nadie.

Soy de los que honran tu sabiduría interna, tu esencia divina y aman que los cuestionen, porque comprendo que es en ese diálogo donde nos enriquecemos, conectamos y surgen conversaciones que abren infinitas posibilidades y nuevas miradas que nos potencian y expanden.

Creo firmemente en que dentro de ti espera tu propio maestro a ser despertado, solo hay que preparar el viaje e iniciar el camino hacia allí con convicción y devoción, como quien sube la montaña.

Cuestiónate y observa ¿cómo se siente en tu cuerpo lo que te digo? Toma tus propias conclusiones, honro tu inteligencia, tu intuición y no pretendo persuadirte ni convencerte de nada. Además, tampoco quiero trabajar con personas que necesiten ser convencidas.

Quiero humanos con convicción y hambre de más, listos para profundizar y crear una vida extraordinaria donde la conexión interior y el disfrute de su humanidad sean la base de su expansión personal y espiritual.

Si algo te resuena, entonces hicimos match y me encanta. Házmelo saber, amo conversar.

Si no, sigue avanzando. Estoy segura de que encontrarás tu camino. Al final, todos te terminarán llevando a ti. Confío en tu sabiduría interna y encarno con amor y coraje, el 'todo es perfecto'.

Abrazos, Morriigan.