Encerrados en casa, intentado trabajar y sobrellevar esta nueva vida, muchas veces sin éxito...
El Labo B de la nueva vida en cuarentena

Encerrados en casa, intentado trabajar y sobrellevar esta nueva vida, muchas veces sin éxito...

No es que quiera ser pesimista, ni mucho menos, jajjjaja! Sino que, siendo psicóloga, creo que hay temas que son mucho más tramitables cuando se ponen sobre la mesa. Como por ejemplo el gran dilema de las personas que en ésta cuarentena están trabajando desde su casa, con las mismas exigencias que si estuvieran en su oficina, sin poder conseguir la paz y comodidad que, en general, se asume es propia del "Home working".

Ya son varias las veces que escucho amigos, familiares, pacientes, contando sus penurias a la hora de organizar su día laboral en el medio del confinamiento. Las causas o razones son varias, pero me pareció ver dos escenarios que se repiten como patrones. El primero es el caso de quienes viven solos, ahi lo que aparece es el aburrimiento, el insomnio, la imposibilidad de hacer jornadas de trabajo de 9 a 18, sea porque las jornadas se les extienden sin querer o porque es muy raro que puedan pegar un ojo a la noche y se levanten para hacer horario de oficina...el desgano gana...la ansiedad se filtra en intentos, muchas veces fallidos, de seguir rutinas de ejercicio o de horarios fijos para dormir. Esos intentos son tan difíciles de sostener que el resultado es más frustración que antes y allí aparecen por ejemplo las conductas de mala alimentación y/o mayor consumo de alcohol. Somos seres sociales, entonces, ¿Cómo creemos que podemos articular tan facilmente toda una rutina, sosteniendo las mismas responsabilidades laborales de antes, si hace mas de 60 días que vivimos en soledad?

El otro escenario que aparece repetido es el caso de los que viven y trabajan , ahora 24/7, con pareja y niños en casa. Pretender que se puede sostener una rutina de trabajo con horarios fijos, reuniones interminables y deadlines estrictos, cuando hay que cambiar pañales, ayudar con la tarea, hacer desayunos, etc... es otra idea casi absurda. La familia, los niños, sus actividades y necesidades se nos cruzan de forma inevitable y si tenemos que seguir respondiendo a empresas o líderes que insisten en poner la mirada en las horas en la silla y no en el trabajo por objetivos, la cosa se pone muy complicada.

Y me dirán que yo misma he proclamado que sostener rutinas es fundamenteal, claro, pero acá hablamos de otra rutina..la de intentar responder al trabajo y a las demandas de la vida en modo crisis y aislamiento como si fueran absolutamente compatibles... y no lo son! Ergo, aparece la sensación de haber entrado en un loop en el tiempo del que no podemos salir. Nos sentimos hamsters corriendo en la rueda sin llegar a ningún lado nunca, llenos de enojo o angustia por no poder conseguir la bendita rutina, sin ver que lo que estamos haciendo no es home working sino intentar trabajar, en el medio de una crisis, desde casa, llenos de miedos, incertidumbre, hastío, ansiedad y angustia, con todo lo que eso implica. Y aún asi, ya hay encuestas en las que la mayoria de la población analizada dice desear volver a trabajar con un régimen en el que haya más cantidad de horas de trabajo en casa que en oficina...Será que muchas veces, insisto, lo que tampoco ayuda, es que todavía haya empresas y líderes que siguen poniendo la lupa en las horas que pasa el empleado sentado y no en los objetivos que su colaborador puede lograr, si se deja de pensar con el mindset presencial?

Me pregunto...si creemos que éste cambio repentino e inevitable en nuestra forma de vivir y trabajar no es tan complejo, ¿No estaremos queriendo tomar sopa con tenedor?

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Paula Paillalef

Regional Sales Manager Excecutive en L'Oréal

4 años

Como siempre muy interesante 👏

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