Encuadre
Afanosamente busqué entre el escritorio y pertenencias una perforadora de hojas tamaño carta, después de un corto tiempo por fin la encontré, el polvo acumulado reclamaba mi olvido de abandono por algo de tiempo con incuria. La limpié, le quité el polvo acumulado y la coloqué de nuevo en tal lugar después DE USARLA.
Tal acción trajo un torrente de pensamientos, cual cascada pletórica de reflexiones.
Así tiene mucha gente a Dios, solo se acuerda de Él cuando la necesidad le implora con angustia una respuesta. Una sociedad indolente que lo tiene empolvado en algunas neuronas según su programación mental acorde a su creencia o "Cosmovisión". Lo buscan con urgencia ante necesidades o circunstancias del diario vivir. Una vez pasado el sotavento, vuelven a levar anclas en el mar de la vida, dejando archivado a Dios entre axones y dendritas con abulia descarada.
Así son algunas “amistades”, solo te buscan cuando quieren o necesitan algo que tu tienes. Un buen amigo de los que ya no hay o que son como ganarse el premio mayor en las vicisitudes del azar. Tal amigo me compartió de su experiencia y sabiduría hace ya algunos ayeres tal reflexión por cierto muy asertiva: “En este mundo al revés, a nadie le importas, cada quien se rasca con sus propias uñas, cada quien tiene su agenda con extremo predominio sin importar el dolor ajeno, por eso valora y cuida a los verdaderos”. No lo entendía en tal tiempo…Jeje.
¡Que joven e ingenuo estaba, que no pude ver, entender, asimilar y aplicar el kairós de tal sabiduría!.
La perforadora solo sirve para tal cosa, perforar hojas. Con la tecnología de hoy en día casi todo está en archivos en la computadora o memorias tecnológicas. El papel impreso cada vez se usa menos. Ufff… Asi somos los humanos en la rueca de la vida, crecimos en una generación donde las nuevas generaciones te van reemplazando si te marginas; Lo que antes hacías, es probable que hoy esté reemplazado por lo nuevo, lo actual. Nunca se termina de aprender y la adaptación debe ser parte de la vida. Bien lo dice la cultura coloquial: “Camarón que se duerme…”
La perforadora siempre será eso, nunca servirá para otra cosa, podrá ser reemplazada por algún otro instrumento, maquina o proceso, pero esto me lleva a algo más profundo, mas trascendente, mas docto:
“Los valores, los principios, los génesis, esos nunca, nunca podrán ser reemplazados, siempre estarán vigentes, siempre serán imperantes. Si los pones en primer lugar en tu vida….¡Nunca serás reemplazado! Si es a lo que te dedicas.
La trascendencia está en tus manos.
¡A encuadrar el presente!