Encuentra tu piso, ideal-mente

¿Si descargo Badi puede que NO encuentre piso? 

-Puede que no.

¿Por qué me lo cuentas? 

-Muy sencillo, es la verdad.

Así arrancamos nuestra campaña con la que pretendemos promover nuestra entrada en el vertical de pisos de alquiler, convirtiéndonos en una herramienta de búsqueda y selección para la nueva generación. Una generación que conecta con lo honesto y con lo real y que alquila porque no puede o no quiere comprar.

Buscar piso hoy en día no es fácil y prometer un mundo mejor y perfecto ya no cuela. El impacto de la vivienda en la vida de un ciudadano medio es inmenso, invertirá del 30% al 70% de todo el dinero que gane el resto de su vida. Es una decisión importante y a la vez un proceso analógico, poco eficiente y además costoso.

Miles de anuncios duplicados, llamadas y rezos antes de cada visita para que el piso cumpla con lo prometido en la descripción. Si la visita cunde, empieza el “proceso de selección”, donde el potencial inquilino deberá utilizar sus habilidades en marketing y negociación para que su perfil y solvencia destaquen entre la competencia. Si todo ha salido bien, el arrendador paga un 10% en comisiones, un depósito, una fianza y el mes en curso.

La comunicación generalizada del sector insiste en presentar un mundo idealizado pero queda claro que hay demasiada distancia entre la realidad del consumidor y el mundo inmobiliario.

Para que nos entendamos, pagar no es el problema. En Badi somos muy conscientes de que una buena experiencia y un buen servicio se paga, lo que pretendemos es que nuestros usuarios ya sean inquilinos, propietarios o profesionales jueguen al mismo juego de forma transparente y con un tablero nuevo, pero nuevo de verdad.

En Badi hemos conseguido añadir valor y veracidad a cada anuncio, facilitar las visitas y reservas online, humanizar el proceso con nuestro match y convertir las llamadas en “clicks”. Esto no significa que nos convirtamos en la solución universal, pero sí en una herramienta más transparente y eficiente.

Todavía nos queda mucho por hacer, mucho por probar y mucho por innovar.