Energía Geotérmica de Baja Temperatura: Una Solución Accesible para el Futuro Energético
La energía geotérmica es una de las fuentes renovables más estables y confiables, pero a menudo se asocia con grandes centrales que aprovechan el calor extremo de las profundidades de la Tierra. Sin embargo, existe una variante menos conocida y más accesible: la energía geotérmica de baja temperatura, que utiliza el calor superficial para aplicaciones como calefacción, refrigeración y agua caliente en hogares y edificios.
En este blog exploramos cómo esta tecnología puede ser una solución práctica y eficiente para la transición energética a nivel doméstico y comunitario.
¿Qué es la energía geotérmica de baja temperatura?
La energía geotérmica de baja temperatura utiliza el calor almacenado en el suelo, que se mantiene constante a unos 10-20 °C a lo largo del año, a profundidades de entre 1,5 y 100 metros. Este calor moderado se aprovecha mediante sistemas conocidos como bombas de calor geotérmicas (BCG), que extraen energía del suelo para calentar o enfriar espacios interiores.
A diferencia de la geotermia tradicional que requiere acceso a fuentes profundas y temperaturas superiores a 150 °C, la de baja temperatura es más sencilla de instalar y accesible para aplicaciones residenciales y comerciales.
¿Cómo funciona una bomba de calor geotérmica?
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Beneficios de la energía geotérmica de baja temperatura
Casos de éxito en el uso de geotermia de baja temperatura
Desafíos y consideraciones
El futuro de la energía geotérmica de baja temperatura
Con la creciente preocupación por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de carbono, la energía geotérmica de baja temperatura se perfila como una solución clave para hogares y edificios. Su capacidad para ofrecer calefacción y refrigeración sostenibles y asequibles la convierte en una opción atractiva para quienes buscan una alternativa limpia y de largo plazo.