Enero, el mes del feed-back

Enero, el mes de feed-back real del año anterior… un tiempo y los resultados serán impresionantes

Sin duda ya comenzó el año nuevo. Se acabaron los festejos, las celebraciones, los almuerzos, las cenas, y volvemos al día a día. ¿Y ahora qué? ¿Somos de los que hemos hecho muchos planes para este año nuevo o somos de los que pasamos de un año a otro sin ningún incentivo diferente? Esto va ser determinante en como comencemos el año y sobre todo como lo continuemos.

Muchas veces nos hemos acostumbrado a llenar los últimos días del año anterior con un montón de propósitos nuevos que después de dos semanas quedan en el olvido porque volvemos al día a día y nos olvidamos. Nos pasa o nos ha pasado a muchos.

La idea es ser capaz de cerrar un año haciendo inventario de todo lo sucedido, lo bueno y lo malo, los éxitos y los fracasos, las cosas estupendas que pasaron y los acontecimientos que se nos presentaron de un momento a otro. Este análisis de lo sucedido nos da pie a aprender de nosotros mismos y seguir adelante. Y merece la pena sin duda hacerlo, al menos una vez al año (lo ideal sería hacerlo más seguido). Con esto contaremos con más herramientas y con una experiencia analizada para tomar medidas para el nuevo año.

de Hugh Prather

A mí siempre me gusta empezar el año, dado que los finales del año y las fiestas Navideñas no dan lugar a tiempo de reflexión y todos vamos de cabeza entre el cierre del ejercicio económico y los eventos de las Navidades, a hacer una revisión de lo ejecutado, realizado, conseguido o no alcanzado del año anterior. Y para esto no me ha valido sólo la reflexión personal. Me gusta recibir el feed-back de todo mi entorno. Por eso, siempre utilizo buena parte del mes de Enero (el tiempo que sea necesario, según el puesto sustentado y la organización en la que me encuentre) en sentarme con mis superiores, pares, subordinados, clientes e incluso proveedores para tener un feed-back profesional y personal del año anterior.

Tengo que decir que esta experiencia es tremendamente enriquecedora y os la recomiendo a todos. Toma un tiempo, pero merece la pena.

Empieza realizando tú mismo tu auto-evaluación. Y una vez que la tengas clara y no se te haya pasado nada, sigue con tus subordinados, pares, jefes, clientes y proveedores. Cuando hablo de clientes y proveedores, pueden ser internos o externos. Convócales a una reunión de no más de 30 minutos (aunque dependiendo de la persona y de su puesto pueda llevar algo más de tiempo) y conversa con ellos amigablemente pidiéndoles un feed-back sobre ti y tu trabajo durante el año anterior. Te garantizo que te puedes llevar muchas sorpresas. Saldrán cosas buenas y cosas no tan buenas. Y sobre todo estate muy abierto a recibir críticas. Se trata de que el feed-back sea real y no sea una simple reunión para que te digan solo lo bonito. Sonsaca. Tú puedes. Pues de cada una de estas reuniones, si son sinceras y abiertas (cosa que no todo el mundo se atreve a hacer) sacarás miles de cosas para aprender de ti mismo, de tu forma de actuar. Podrás observar cosas que nunca viste, podrás corregir aquellas cosas de las que nunca te diste cuenta, y también valdrá para poder reforzarte en aquello que tienes que es excelente y que con el día a día no potenciamos porque tampoco caemos en ello. Esto es una auténtica etapa de enseñanza, tanto profesional y personal si estás dispuesto a hacerlo de verdad.

Y muchos pensaréis: pero si esto es lo que se hace en las evaluaciones 360, en el feed-back anual o semestral con los jefes… os digo, si, cierto, pero no es lo mismo rellenar una cuestionario que a veces, incluso por otros motivos estar manejados, que sentarse con otro profesional que sinceramente te dé un feed-back real y cara a cara. Todo se puede decir, cuando tú lo pides y estás dispuesto a recibir. Os animo a hacerlo, la enseñanza es tremenda.

Con esto tendremos una visión enorme de cómo nos ven los demás, no en base a un cuestionario, sino en un cara a cara sincero. Y sobre esto podemos poner las medidas para mejorar día a día. Animaros, merece la pena.