"Enfoque Menos en lo que los Empleados Producen, y más en Quiénes Son."

"Enfoque Menos en lo que los Empleados Producen, y más en Quiénes Son."

La historia detrás de este artículo

"Hoy recordaba un momento en el que presentaba mis propuestas de "career counseling" a una VP de Manufactura de una empresa mundial de electrónica. En esa ocasión, ella se mostró más interesada en llevar un conteo detallado de las personas que entraban y salían de mi oficina, como si fuesen simples ovejas, en lugar de enfocarse en lo verdaderamente importante: la transformación emocional que atraviesa una persona al enfrentar la pérdida de su trabajo.

Este recuerdo me lleva a reflexionar sobre cómo, a veces, se pierde de vista lo esencial: el bienestar y el proceso humano detrás de cada transición profesional. Esta experiencia me motiva a compartir este artículo, con la esperanza de que logremos revalorar el enfoque humano en los procesos laborales y entendamos que cada individuo es mucho más que un simple número o una estadística" Dr. Thomas Agrait

Introducción

En el dinámico y acelerado entorno laboral actual, las empresas suelen poner un gran énfasis en la productividad y los resultados tangibles. Esto es comprensible, ya que las organizaciones buscan resultados medibles y flujos de trabajo eficientes. Sin embargo, un número creciente de investigaciones sugiere que las empresas más exitosas cambian su enfoque de simplemente medir lo que los empleados producen a comprender quiénes son como individuos. Al priorizar el aspecto humano del trabajo—los valores, pasiones, motivaciones y bienestar de los empleados—las empresas pueden desbloquear potenciales no aprovechados, fomentar un compromiso más profundo y crear un camino más sostenible hacia el éxito.

Las limitaciones de centrarse únicamente en los resultados

Aunque es importante evaluar y seguir la productividad, centrarse únicamente en los resultados puede llevar a una visión estrecha y transaccional de los empleados. Cuando las organizaciones miden el éxito solo en términos de números—ya sean metas de ventas, finalización de proyectos u otros indicadores cuantificables—corren el riesgo de pasar por alto la naturaleza compleja y multifacética del rendimiento humano. Esto puede llevar al agotamiento, el desinterés e incluso una disminución en la productividad a largo plazo. Los empleados pueden enfocarse más en cumplir con cuotas o plazos que en su crecimiento personal, en contribuir a la cultura de la empresa o en encontrar un propósito en su trabajo.

Un enfoque en los resultados también puede crear un entorno competitivo que desincentive la colaboración y la cohesión en el equipo. Cuando las personas están constantemente impulsadas por logros individuales, el bienestar general del equipo o de la organización puede verse afectado. En lugar de fomentar un ambiente de apoyo mutuo, innovación y creatividad, esta mentalidad puede generar resentimiento, competencia insana y falta de confianza.

El valor de comprender quiénes son los empleados

Cambiar el enfoque de lo que los empleados producen a quiénes son puede llevar a experiencias laborales más significativas tanto para los empleados como para los empleadores. Cuando las organizaciones se toman el tiempo para comprender los valores personales, las fortalezas y las aspiraciones de su personal, fomentan un sentido de pertenencia y propósito. Los empleados que se sienten comprendidos y valorados por lo que son tienen más probabilidades de estar comprometidos, ser leales y estar comprometidos con su trabajo.

Uno de los mayores beneficios de enfocarse en los empleados como personas es la capacidad de aprovechar su motivación intrínseca (1). Las personas están naturalmente impulsadas por la pasión, los valores personales y un sentido de propósito. Al reconocer lo que excita e inspira a los empleados, los líderes pueden alinear sus roles con las fortalezas y aspiraciones individuales, lo que a su vez aumenta la satisfacción laboral y el rendimiento. Por ejemplo, si un empleado está apasionado por la sostenibilidad, ofrecerle oportunidades para trabajar en proyectos ecológicos puede encender un mayor sentido de propósito y aumentar su compromiso general con los objetivos de la organización.

Además, comprender las necesidades y deseos individuales de los empleados fomenta un entorno en el que pueden prosperar emocional y mentalmente. Esto va más allá de los beneficios básicos como salario y tiempo de vacaciones, e incluye proporcionar oportunidades de desarrollo personal, arreglos laborales flexibles y la creación de una cultura empresarial inclusiva y de apoyo. Cuando los empleados se sienten respaldados tanto profesional como personalmente, es más probable que experimenten mayores niveles de satisfacción laboral, reduzcan el estrés y mejoren su bienestar.

Fortaleciendo las conexiones y la colaboración

Cuando las empresas cambian su enfoque hacia quiénes son los empleados, también crean conexiones más fuertes entre los miembros del equipo. Comprender las fortalezas, experiencias y perspectivas únicas de cada empleado permite una mejor colaboración y trabajo en equipo. Las personas traen su ser completo al lugar de trabajo, y cuando se sienten vistas y valoradas, tienen más probabilidades de contribuir de manera significativa. El poder de la diversidad—ya sea en pensamiento, antecedentes o experiencia—puede generar ideas innovadoras, resolver problemas de manera creativa y crear un ambiente de trabajo más inclusivo.

Este cambio también empodera a los empleados para construir mejores relaciones con sus colegas y líderes. En lugar de enfocarse en estructuras rígidas o métricas de rendimiento, los empleados y los empleadores pueden entablar conversaciones más abiertas y transparentes. Esto fomenta la confianza y un sentido de comunidad que fortalece la dinámica del equipo y promueve una cultura de trabajo saludable. Una cultura que valora a la persona completa, no solo su producción, fomenta la colaboración, el respeto mutuo y la empatía, creando un ecosistema organizacional próspero.

Beneficios a largo plazo para las organizaciones

A largo plazo, cambiar el enfoque de la productividad a las personas tiene beneficios de gran alcance. Los empleados que se sienten valorados como individuos tienen más probabilidades de quedarse en una empresa, reduciendo las tasas de rotación y los costos asociados con la contratación y capacitación de nuevos empleados. Además, una empresa que invierte en el bienestar y el crecimiento personal de sus empleados probablemente tendrá una fuerza laboral más comprometida y leal. Esto puede resultar en un mejor servicio al cliente, trabajos de mayor calidad y una mejor reputación de marca.

Al centrarse en la persona en lugar de solo en el producto, las organizaciones pueden fomentar una cultura de aprendizaje y desarrollo continuo. Los empleados tienen más probabilidades de mantenerse motivados y ansiosos por mejorar cuando sienten que su crecimiento personal es apoyado. El lugar de trabajo se convierte en un espacio para la evolución profesional y personal, lo que, a su vez, impulsa el éxito organizacional.

Ya para ir Terminando

El cambio de enfoque de lo que los empleados producen a quiénes son representa un enfoque transformador de liderazgo y gestión. Cuando las organizaciones reconocen todo el potencial de sus empleados como individuos—reconociendo sus fortalezas, pasiones, valores y aspiraciones—crean un ambiente laboral donde las personas pueden florecer. Este enfoque centrado en lo humano fomenta un mayor compromiso, colaboración y éxito sostenible. En un mundo donde el agotamiento y el desinterés de los empleados son cada vez más comunes, este cambio no solo es beneficioso, sino necesario para las organizaciones que buscan prosperar en el lugar de trabajo moderno. En última instancia, las empresas que se enfocan en quiénes son sus empleados descubrirán que pueden lograr no solo mejores resultados, sino también un camino hacia el éxito más satisfactorio y significativo.

Dr. Thomas Agrait - Lean Enterprise Consulting

(1) La motivación intrínseca se refiere al impulso de participar en una actividad por la satisfacción o el disfrute inherente que esta genera, en lugar de hacerlo por recompensas externas o presiones. Proviene de dentro de la persona y está impulsada por factores como el interés personal, la curiosidad o un sentido de logro. Por ejemplo, alguien puede dedicarse a un pasatiempo como la pintura o tocar un instrumento musical porque lo encuentra gratificante, en lugar de hacerlo por reconocimiento, dinero o aprobación externa. La motivación intrínseca a menudo se asocia con niveles más altos de creatividad, perseverancia y bienestar general.


Mónica Liliana Ruiz Peña

Administración de Personal en Grupo Ortiz Sucursal Colombia

3 semanas

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