📍Enfrentando el Abismo: Impacto Psicosocial de Acontecimientos Traumáticos Severos en la Vida Cotidiana"

Experimentar un evento traumático puede tener una serie de consecuencias físicas y psicológicas, que pueden variar en intensidad y duración según la naturaleza del evento, las circunstancias individuales y los recursos de afrontamiento disponibles.

Como consultora de prevención de factores de riesgos psicosociales, he tenido la oportunidad de aplicar la Nom-35 a más de 758 centros de trabajo y más de 13,000 trabajadores de diferentes estados de México, siendo los “Asaltos” en CDMX el principal acontecimiento traumático severo, dejo una referencia de acuerdo a las guías contestadas realizadas:

¿Ha presenciado o sufrido alguna vez, durante o con motivo del trabajo un acontecimiento como los siguientes: (Pregunta Guia 1 Nom-35)

•  1.     ¿Asaltos?
• 2.     ¿Amenazas?
• 3.     ¿Actos violentos que derivaron en lesiones graves?
• 4.     ¿Accidente que tenga como consecuencia la muerte, la pérdida de un miembro o una lesión grave?
• 5.     ¿Cualquier otro que ponga en riesgo su vida o salud, y/o la de otras personas?
• 6.       ¿Secuestro?

Lo revelador es que, en el momento del diagnóstico personal y el seguimiento, muchas personas no eran conscientes de que vivieron un Acontecimiento Traumático severo, pero si reconocían los síntomas que les dejo este evento, siendo el principal: La Falta de sueño y los problemas para concentrarse

Aquí hay algunas de las consecuencias más comunes y que no todas esta contempladas en la Nom-35:

 Consecuencias físicas:

• Problemas de sueño: Insomnio, pesadillas o dificultad para conciliar el sueño.
• Fatiga: Sensación persistente de cansancio o falta de energía.
• Dolores corporales: Dolores musculares, de cabeza o estomacales sin una causa física evidente.
• Problemas gastrointestinales: Náuseas, vómitos, diarrea o malestar estomacal.
• Cambios en el apetito: Pérdida o aumento del apetito, con cambios de peso asociados.
• Síntomas somáticos: Manifestación física de estrés como palpitaciones, sudoración, temblores, etc.

• Consecuencias psicológicas:
• Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Experimentar recuerdos intrusivos del evento, evitación de estímulos relacionados con el trauma, alteraciones en el estado de ánimo y reactividad aumentada.
• Depresión: Sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza, culpa o falta de interés en actividades previamente placenteras.
• Ansiedad: Preocupación excesiva, nerviosismo, irritabilidad, dificultad para concentrarse o ataques de pánico.
• Sentimientos de culpa o vergüenza: Autoevaluación negativa, pensamientos rumiativos sobre el evento o autorreproches.
• Dificultades en las relaciones interpersonales: Aislamiento social, conflictos con amigos, familiares o colegas, dificultades para confiar en los demás.
• Disociación: Sensación de desconexión con la realidad, falta de conciencia del entorno o de las propias emociones.
• Hiperactivación emocional: Respuestas emocionales intensificadas, cambios de humor repentinos o dificultades para regular las emociones.

Es importante destacar que estas consecuencias pueden manifestarse de manera diferente en cada individuo y pueden persistir durante un período de tiempo variable. Buscar apoyo profesional, como terapia psicológica o asesoramiento, puede ser crucial para manejar y superar los efectos de un evento traumático.        

Los eventos traumáticos son experiencias que pueden dejar una marca profunda en la vida de una persona, afectando tanto su bienestar físico como psicológico. Desde la pérdida de un trabajo, un accidente o una situación de violencia, estos eventos pueden desencadenar una serie de consecuencias que pueden perdurar en el tiempo si no se abordan adecuadamente.

Recomendaciones para Trabajar un Evento Traumático:

Todos los centros de trabajo están obligados a monitorear, prevenir y atender los eventos traumáticos severos de su personal cuando estos son derivados del trabajo, por ende reportarlo al área correspondiente que suele ser RRHH es fundamental para que le den seguimiento de acuerdo a lo establecido en su política de la Nom-35 y sus procesos internos.

• Buscar Apoyo Profesional: Es fundamental buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta, que pueda proporcionar el apoyo y las herramientas necesarias para manejar el trauma de manera adecuada.
•  Participar en Terapia: La terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia de exposición, puede ser especialmente útil para abordar los síntomas del TEPT y otras dificultades relacionadas con el trauma.
•  Practicar Técnicas de Autocuidado: Es importante cuidar de uno mismo mediante la práctica de técnicas de autocuidado, como la meditación, el ejercicio regular, una alimentación saludable y el descanso adecuado.
•  Conectar con Otros: Buscar el apoyo de amigos, familiares u otros sobrevivientes de trauma puede ser reconfortante y ayudar a reducir el sentimiento de aislamiento.

En conclusión, los eventos traumáticos pueden tener un impacto significativo en la salud física y mental de una persona. Sin embargo, con el apoyo adecuado y las estrategias de afrontamiento adecuadas, es posible trabajar en el trauma y avanzar hacia la recuperación y el bienestar emocional.

La Nom-35 no es la panacea, pero si es un hito que ha visibilizado el impacto que tiene la salud mental en el trabajo        

¡POR ENTORNOS LABORALES SALUDABLES, ÁGILES, INCLUSIVOS, DIGNOS, LIBRES DE VIOLENCIA Y RENTABLES!🧡

Por: Ivonne Borden

AGREGANDO VALOR 🧡