ENSANUT 2020-2023: Grandes fallas en salud
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), es un documento crucial ya que es la única evidencia disponible que refleja el estado del sistema de salud en México. Este análisis, elaborado meticulosamente por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública, abarcando diversos aspectos de… la salud pública, resalta tanto los escasos avances como las deficiencias significativas que persisten en el país.
A lo largo de varios años la ENSANUT ha expuesto no solo los desafíos, sino también las oportunidades de mejora que deben ser atendidas con urgencia para reducir la morbimortalidad en México. La recién publicada (ENSANUT) 2020-2023, nos habla de manera fría (sí, con sus grandes limitantes pero… es lo que tenemos) sobre los pobres resultados en salud de los últimos años en México.
El primer punto que surge al revisar los resultados de la ENSANUT es la (ya) persistente crisis de nutrición que afecta a la población mexicana, especialmente a los menores de cinco años. Los primeros mil días de vida son cruciales para el desarrollo físico y cognitivo de un niño y el estado nutricional durante este periodo tiene repercusiones a largo plazo. Sin embargo, la encuesta revela que la mala nutrición sigue siendo un problema significativo, con altas tasas de desnutrición y obesidad coexistiendo en la misma población.
La malnutrición durante estos primeros años no solo afecta el desarrollo inmediato de los niños, sino que también disminuye su potencial educativo y laboral futuro, perpetuando un ciclo de pobreza y desigualdad.
Este fenómeno de la “doble carga” de malnutrición es un claro síntoma de un sistema de salud que no ha logrado implementar políticas efectivas para abordar la nutrición desde un enfoque preventivo, pese a haber hecho del tema una verdadera bandera política y gastar recursos desde hace casi tres décadas en medidas -por lo menos- cuestionables como la repetición (inútil) de un dogma de “estilo de vida” y más recientemente un furioso ataque a un sector de la economía formal en México, todo pagado con dinero de los contribuyentes.
La ENSANUT 2020-2023 muestra que la prevalencia de sobrepeso y obesidad sigue siendo alarmantemente alta, afectando a más del 70% de la población adulta y a un porcentaje significativo de niños y adolescentes. Estas cifras indican que las intervenciones actuales, como las campañas de concientización y la regulación de la publicidad de alimentos no saludables, no han logrado cambiar de manera efectiva los hábitos alimenticios ni reducir el consumo de productos ultraprocesados. La falta de un enfoque integral que combine educación, accesibilidad a alimentos saludables y cambios estructurales en el entorno alimentario ha contribuido a este fracaso.
En cuanto a las enfermedades cardiovasculares, que están estrechamente relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, las políticas preventivas también han mostrado resultados insuficientes. A pesar de los esfuerzos por promover estilos de vida saludables y la detección temprana de factores de riesgo, la ENSANUT revela que la incidencia de hipertensión, diabetes y otras condiciones cardiovasculares sigue en aumento. Esto refleja no solo la ineficacia de las campañas de prevención, sino también una deficiencia en la atención primaria, donde muchas veces no se realiza un seguimiento adecuado de los pacientes con factores de riesgo. La falta de acceso equitativo a atención médica de calidad y la limitada disponibilidad de programas de control y manejo de enfermedades crónicas han perpetuado esta crisis de salud.
Dicho de otra manera: no es posible controlar a un paciente con hipertensión arterial o diabetes, si no tienen acceso a una medición diaria de su presión arterial o su glicemia. En México, el sistema de salud no provee de las herramientas adecuadas para que estos pacientes lleven un monitoreo continuo de sus condiciones.
No es posible salvar las vidas de los pacientes con diabetes si no tienen acceso al tamizaje y a controles adecuados, ya que la detección temprana y el monitoreo continuo son fundamentales para prevenir complicaciones graves y potencialmente mortales. Sin un diagnóstico oportuno, muchos pacientes permanecen sin tratamiento, lo que permite que la enfermedad progrese de manera silenciosa, dañando órganos vitales como los riñones, el corazón y los ojos. Además, la falta de seguimiento adecuado impide ajustar los tratamientos necesarios para mantener los niveles de glucosa bajo control, lo que incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares, amputaciones y otras complicaciones severas. En un sistema de salud donde el acceso a estos servicios es limitado o inexistente, los pacientes con diabetes están condenados a un deterioro progresivo de su salud, y en muchos casos, a una muerte prematura que podría haber sido prevenible con una atención adecuada.
Además, es evidente que las políticas existentes no han abordado adecuadamente las disparidades socioeconómicas que agravan el problema del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Las comunidades más pobres y rurales son las más afectadas, en parte porque las políticas no han sido diseñadas para considerar las realidades económicas y sociales de estos grupos. La ENSANUT 2020-2023 destaca cómo estas poblaciones enfrentan mayores barreras para acceder a alimentos saludables y atención médica, lo que resulta en tasas desproporcionadamente altas de estas condiciones de salud. Sin una estrategia que aborde las desigualdades estructurales y brinde apoyo específico a las comunidades vulnerables, las políticas seguirán siendo ineficaces en revertir las tendencias actuales.
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Además, la inseguridad alimentaria y de la calidad del agua es otra área crítica que subraya la desigualdad estructural en el país. Las comunidades rurales y marginadas, que dependen en gran medida de fuentes de agua inseguras y de una alimentación inadecuada, enfrentan los mayores riesgos. La ENSANUT 2020-2023 destaca cómo la inseguridad alimentaria se ha visto exacerbada por la crisis económica y social derivada -en parte- de la pandemia de COVID-19. La primera gran medida para disminuir la mortalidad en una población, es el acceso al agua potable. Es la manera más fácil de salvar vidas, y por ello es increíble que, en la tercera década del siglo XXI, estas comunidades vulnerables carecen de acceso a agua potable y de buena calidad, lo que agrava su situación y aumenta su riesgo de enfermedades infecciosas y crónicas.
La [mala] calidad de la atención médica es otro tema recurrente en la ENSANUT, reflejando serias deficiencias que afectan a todas las etapas de la vida. La encuesta revela que, a pesar de los cacareados avances en la infraestructura de salud [en este sexenio, lo digo yo], la calidad de la atención sigue siendo baja. Esto es especialmente evidente en el cuidado prenatal, la resolución de partos, la vacunación al nacer y el tratamiento de infecciones respiratorias agudas en niños. Estas deficiencias son un reflejo de un sistema de salud que se ha centrado más en la cantidad que en la calidad de los servicios, lo que ha resultado en un aumento de las intervenciones médicas ineficaces y, en algunos casos, dañinas. Este enfoque también ha desalentado a las familias a buscar atención médica oportuna, optando en su lugar por servicios privados que, aunque más costosos, son percibidos como más eficientes.
En la pasada ENSANUT-2022, se hizo patente como cada vez son más los pacientes, derechohabientes o afiliados a alguna institución pública de salud, que optan por acudir a la medicina privada como servicio médico de primer contacto. En la ENSANUT 2020-2023, se vuelven a mencionar las causas de esta decisión: la distancia geográfica de las unidades de salud y los elevados tiempos de espera, de la mano de la mala calidad percibida de los servicios. En otras palabras: una joven madre de dos niños que amanecen con gripe, preferirá siempre ir al consultorio de la farmacia de la esquina y pagar, que tomar tres transportes públicos para acudir a “la clínica que le corresponde” en donde tardarán en atenderla y de donde, seguramente, regresará a casa sin medicamentos.
La pandemia de COVID-19 ha resaltado aún más las debilidades del sistema de salud en México. A pesar de los esfuerzos para fortalecer la respuesta a emergencias sanitarias, la ENSANUT muestra que las acciones implementadas no han sido suficientes para mitigar los impactos a largo plazo de la pandemia. Esto se evidencia en el aumento de la mortalidad materna e infantil, así como en la exacerbación de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión. La falta de una estrategia coordinada y multisectorial ha limitado la capacidad del sistema de salud para responder de manera efectiva a las necesidades de la población durante esta crisis sanitaria.
Una de las áreas más críticas identificadas es la falta de acceso a servicios de salud de calidad para la población adolescente y rural. La ENSANUT subraya cómo los adolescentes, especialmente aquellos en comunidades rurales, enfrentan barreras significativas para acceder a servicios de salud esenciales, incluyendo atención sexual y reproductiva. Esta falta de acceso no solo pone en riesgo la salud física de los adolescentes, sino que también tiene repercusiones a largo plazo en su bienestar mental y su capacidad para llevar una vida productiva.
A lo largo de la ENSANUT 2020-2023, se hace evidente que el sistema de salud en México requiere de reformas profundas. Es necesario un cambio de enfoque hacia la prevención y la atención integral, que no solo trate las enfermedades, sino que también promueva la salud y el bienestar desde una edad temprana. Lamentablemente, este concepto ha sido secuestrado por una distorsionada visión de la salud pública, que pretende privilegiar “ahorros” y subejercicio presupuestal, disminuyendo la atención médica directa, en aras de solamente enarbolar un discurso político, supuestos consejos de salud, generar diapositivas en PowerPoint y regañar a la gente por sus decisiones dietéticas y estilo de vida personal. En estos últimos cinco años y medio, el modificar las llamadas “determinantes sociales”, con el fin de validar los programas sociales del jefe del ejecutivo, ha sido más importante que atender a los pacientes y salvar vidas.
Además, se debe priorizar la equidad en el acceso a los servicios de salud, asegurando que las comunidades más vulnerables reciban la atención que necesitan. En contraste, al día de hoy, las poblaciones más lejanas y más pobres, siguen teniendo como primer servicio de salud, un paupérrimo consultorio atendido por un estudiante de medicina. La implementación de políticas de salud basadas en evidencia, junto con una coordinación efectiva entre los diferentes niveles de gobierno, es esencial para abordar estas deficiencias.
La ENSANUT 2020-2023 revela que, aunque se han realizado avances en ciertos aspectos del sistema de salud en México, persisten grandes fallas que deben ser abordadas con urgencia. La nutrición, la calidad de la atención médica, la respuesta a emergencias sanitarias, el acceso a servicios de salud para adolescentes y comunidades rurales, y la equidad en el acceso a la atención médica son áreas que requieren de intervención inmediata. Solo a través de un compromiso serio y coordinado se podrá mejorar la salud pública en México y reducir la morbimortalidad que afecta a millones de mexicanos.
Contador Público
3 mesesLa encuesta nacional de salud y nutricion desnuda la situacion actual de nuestro sistema de salud y el terrible impacto en la poblacion, en especial de la mas desfavorecida. El anañisis realizado pone el enfasis necesario para poner especial atencion en los graves problemas del sistema de salud y perfila las estrategias para su atencion. Cruda la opinion pero objetiva. Felicidades
Médico Cirujano- Nutrición
3 mesesFelicidades, gran artículo.
Periodista especializada en salud pública y en industria de la salud.
3 mesesExactamente; urge que ya toquemos piso y pongamos un hasta aquí. Gracias Xavier por analizar y profundizar en lo que expone con claridad el Instituto Nacional de Salud Pública en la última #Ensanut Continua
Propietario, Instituto de Investigación Farmaceutica
3 mesesY deja ahí los grandes retrocesos en estos años. La población no ve esto hasta que necesite la atención. "La salud no da votos".