¿ENSEÑAMOS A NUESTROS JOVENES A TRABAJAR EN EQUIPO?

Hagamos que traspasen la barrera de trabajar solos y preparémoslos para el futuro.

En España el 72,3% de las organizaciones señalan el trabajo en equipo como la competencia más valorada cuando se contrata a una persona joven[1]. Sin embargo, estudios como el informe PISA 2017 revela que nuestros estudiantes están debajo del promedio en colaboración; solo un 8% de los estudiantes de la muestra, y solo el 4% en España implementan dinámicas de trabajo en equipo y toman la iniciativa para superar obstáculos y resolver conflictos colaborativamente.

Definitivamente una tarea pendiente que tenemos es preparar a nuestros jóvenes y superar la propensión al trabajo individual. Nuestra tendencia aprendida a trabajar solos es una importante barrera por traspasar.

Cuán difícil se nos hace trabajar con los demás; eso de tener que coordinar lo que hacemos, cuando lo hacemos, el tener que ponernos en el lugar del otro, llegar a acuerdos, convencer o negociar, sentirnos observados o enjuiciados…..

Son un montón las habilidades y competencias las que tenemos que desarrollar para realizar un trabajo con los demás, más la realidad es que poco nos han enseñado a trabajar en equipo, más bien todo lo contrario: estamos inmersos en una cultura anti-equipo. Desde los primeros años de nuestra vida, tanto en casa como en la escuela, escuchamos: tú puedes hacerlo solito, no te copies, demuestra que puedes solo, etc. etc., y así nos van inculcando la idea de que lo correcto es trabajar de manera individual y que debemos ser más y más competitivos.

Muchos recordaremos esas experiencias de trabajo en equipo en la escuela y a veces hasta en las empresas, donde uno o dos son los que realmente estudian y hacen y los demás disfrutan de los logros.

Es que los trabajos asignados en las instituciones educativas nos empujan a agruparnos con otros compañeros para realizar una tarea o presentación, y lo que hacemos es dividirnos el trabajo, cada uno hace una parte y luego lo ensamblamos, aprendemos a ser los reyes del ensamblaje.

Que diferente sería si nos formasen en las habilidades y técnicas necesarias para funcionar como un equipo y potenciar las competencias colectivas para trabajar colaborativamente en vez de divididamente; que nos enseñaran a definir un propósito común alrededor de la tarea asignada, definir roles y responsabilidades para coordinarnos y desarrollar dinámicas de relación e interacción constructiva que generen un ambiente positivo y potenciador. Wao, ¿se imaginan lo que lograríamos?

Y más allá, imagínense que la nota fuese no solo el resultado del contenido de la presentación o del trabajo, sino que además se valoraran las competencias desarrolladas como equipo. ¡Tremendo refuerzo!

Para aprender a trabajar en equipo es imperativo promover el pensar en colectivo, trabajar en colectivo, evaluar en colectivo, recompensar lo colectivo… así como desarrollar un clima propicio para disfrutar de lo colectivo.

Comprometámonos con nuestros jóvenes, preparémoslos para el futuro, promovamos la construcción colaborativa.

[1] Observatorio JOB LAB CEU – SANTANDER y GFK (Growth From Knowledge). Estudio tendencias de empleo universitario, 2015