Enseñar a pescar, no dar el pescado
En la misión de ayudar a jóvenes universitarios en los inicios de su #carrera profesional, el ejercicio de preguntarme por la verdad de esa tarea que tenemos entre manos me ha llevado a un lugar profundo, hondo, que llena de sentido mi trabajo.
Trabajamos por la #empleabilidad de nuestros estudiantes y por eso me adentré en la exploración del significado de ese término. La mayor parte de las definiciones de empleabilidad la circunscriben a la capacidad o conjunto de talentos que hacen que una persona sea más atractiva para el #mercadolaboral ; sea más empleable. Conforme a esta definición los criterios de la empleabilidad los marcan unilateralmente las necesidades del mercado. Una persona es más empleable en tanto en cuanto reúna más de las condiciones que necesita el mercado profesional para contratarle.
Sin embargo, así entendido, mi trabajo, aunque implica ayudar al alumno para que el día de mañana tenga un sustento y pueda ganarse la vida, e inclusive para que tenga una carrera de crecimiento desde un punto de vista estrictamente profesional, no responde a mis anhelos de #contribución. ¿Por qué? Pues porque solo mira a una parte, lo que el mercado necesita, y no considera al alumno, a la persona.
Hace unos días un chico me relataba que había estudiado en una prestigiosa Universidad y contaba que de su promoción 15 estaban trabajando en una Big4, otros 12 en otra y el resto en Banca... Me produjo perplejidad tanta semejanza de inquietudes y perfiles en un grupo de jóvenes...
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El ejercicio de la profesión se suele mostrar desvinculado de quien ha de ejercerla, de la persona. Trabajar con los jóvenes y ayudarles en el inicio de su carrera desde lo que el mercado requiere exclusivamente, dificulta ofrecerles la posibilidad de vivir el ejercicio de su profesión como una experiencia de #vocación, lo que en realidad impactará extraordinariamente a nivel social. Una experiencia de vocación en cualquier ámbito comporta tres características: competencia, pertenencia y trascendencia. Acompañar a los alumnos para que busquen vivir su trabajo de esta manera les abrirá la posibilidad de vincularse con él como un ámbito de crecimiento personal (no estrictamente profesional). El #cambio social por el que trabajamos, una verdadera #transformación social, será más factible en tanto en cuanto se pueda mirar al trabajo como un medio para dar lo mejor de uno mismo, pero no para sí, sino para otros.
Esta variable, la de poner al alumno en el centro y partir de quién es, nos mueve a trabajar con él en el desarrollo de su empleabilidad, entendida como la capacidad de las personas de encontrar el lugar profesional en el que desarrollarse y contribuir a la transformación social. Esto supone que un alumno se conoce, sabe quién es, qué sabe hacer y qué quiere. La búsqueda de la verdad y el bien que propugna nuestra Misión Institucional se materializa en este ámbito, en la concreta verdad y bien de cada alumno y en la verdad y el bien de los verdaderos retos sociales y del mercado profesional. Por tanto, la función de nuestro departamento va más allá de traer #oportunidades del mercado profesional a nuestros alumnos, y va más allá de darles #formación sobre #competencias , herramientas y metodología para entrar en juego con el mercado. Se trata de formar y acompañar en el proceso de búsqueda de su profesión de acuerdo con quienes son. Es enseñar a pescar, frente a darles el pescado.
Por un lado, necesitan descubrir su perfil competencial, y por otro conocer el mercado profesional y todas las posibilidades que éste ofrece, para que el ejercicio de la profesión sea para cada uno de ellos un vehículo para responder desde quiénes son a quiénes están llamados a ser. Se trata de formar a personas responsables consigo mismas y responsables con los retos reales de la sociedad, para que a través del trabajo sean agentes de cambio. Esto implica formarles no para esperar y recibir, pero tampoco para caminar dirigidos mirando exclusivamente lo que marca el mercado, como si todos fueran iguales y su destino estuviera escrito. Es formarles para que sepan desenvolverse, para ser buscadores, para que no quieran renunciar a ellos mismos, para que vean oportunidad en cada batalla y es formarles para que sepan mirarse sanamente y reconozcan el valor que pueden aportar y todo lo que puede continuar creciendo.
Atradius Crédito y Caución
2 añosYo te escuché una vez y me sentí muy orgullosa de que mujeres como tú ayuden a otros!! Hermosa!
Responsable CC.PP Facultad Derecho Empresa y Gobierno en UFV. Talento / Mentoring / Orientación profesional / Acompañamiento
2 añosSabías palabras Marta Montojo Arteaga 👏👏. Una gran responsabilidad la que tenemos entre manos. #CarrerasProfesionalesUFV
Responsable CC.PP. Escuela Politécnica en UFV; Founder Spacetechies
2 añosTotalmente acertado el post Marta Montojo Arteaga máxime en un momento de entorno y escenario tan cambiante en el que las referencias son importantes pero no definitivas; útiles al tiempo que no deben condicionar; necesaria, siempre y cuando reflexionen en sus oportunidades de crecimiento personal; y garantes sin llegar a limitar la ansiedad de superación de los alumnos en el cruce de caminos que significa salir al mercado laboral.
Consultor experto en Propósito y Sentido | Coach ejecutivo y de equipos certificado por la ICF | Docente en Universidad Francisco de Vitoria | Ponente y conferenciante.
2 añosGracias Marta Montojo Arteaga por recordarnos que #proposito, profesión, vocación y sentido han de estar íntimamente vinculados para sentir plenitud vital, y gracias 🙏 por ayudar a nuestros alumnos a plantearse su futuro profesional y de vida alineado con su #contribución a la sociedad y al mundo 🌍