El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 3 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas se centra en garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Este objetivo reconoce que la salud es fundamental para el desarrollo humano y la prosperidad. A continuación, se desglosan sus metas, los desafíos actuales y algunas iniciativas destacadas que se están llevando a cabo para alcanzarlo.
El ODS 3 tiene como objetivo principal asegurar que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud que necesitan sin enfrentar dificultades financieras. Dentro de este marco, se incluyen varias metas específicas:
- Reducir la mortalidad materna: Reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100,000 nacidos vivos.
- Terminar con las epidemias: Poner fin a las epidemias del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas, así como combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles.
- Reducir la mortalidad por enfermedades no transmisibles: Reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento, y promover la salud mental y el bienestar.
- Acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva: Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos la planificación familiar, la información y la educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y programas nacionales.
- Cobertura sanitaria universal: Lograr la cobertura sanitaria universal, incluidos la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos.
A pesar de los avances significativos en la última década, el mundo sigue enfrentando numerosos desafíos para alcanzar el ODS 3:
- Desigualdad en el acceso a los servicios de salud: Muchas personas en países de ingresos bajos y medios no tienen acceso a servicios de salud básicos. Las barreras económicas, geográficas y culturales siguen siendo significativas.
- Enfermedades infecciosas: Las epidemias de enfermedades como el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria aún representan una carga considerable en muchas regiones.
- Enfermedades no transmisibles: Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias crónicas están en aumento, especialmente en países en desarrollo.
- Salud mental: La salud mental sigue siendo una de las áreas más desatendidas de la salud pública, con un estigma significativo y una falta de recursos adecuados.
- Resistencia a los antimicrobianos: La resistencia a los medicamentos está aumentando, lo que complica el tratamiento de muchas enfermedades infecciosas.
Varios programas e iniciativas globales y locales están trabajando arduamente para abordar estos desafíos y promover la salud y el bienestar:
- Gavi, la Alianza para las Vacunas: Esta organización trabaja para aumentar el acceso a la inmunización en los países más pobres del mundo, lo que ha contribuido a salvar millones de vidas.
- El Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria: Ha invertido miles de millones de dólares en programas de prevención y tratamiento en las regiones más afectadas.
- Estrategias de cobertura sanitaria universal: Muchos países están implementando políticas para asegurar que todos sus ciudadanos tengan acceso a servicios de salud asequibles y de calidad.
- Campañas de concienciación y educación: Programas de educación en salud que buscan informar a las comunidades sobre la prevención de enfermedades, la salud sexual y reproductiva, y la importancia de la vacunación.
- Iniciativas de salud mental: Organizaciones como la OMS están trabajando para integrar la salud mental en los servicios de atención primaria y reducir el estigma asociado con las enfermedades mentales.
Alcanzar el ODS 3 es una tarea ambiciosa pero vital para el desarrollo sostenible global. Requiere esfuerzos coordinados y sostenidos por parte de gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado. A través de la colaboración y la inversión continua en salud, el mundo puede hacer grandes avances hacia una vida más sana y plena para todos.