Entre comillas

#entrecomillas

Hay expresiones que odio, sin duda. Por ejemplo “es lo que hay”  - siempre me sonó en boca de algún personaje “bocachanclista” de alguna serie española. ¿qué es lo que hay de qué? A modo de… determinismo nivel Pro dogmático.

Otra expresión que detesto y me resuena fatal es cuando alguien dice de otro que “le va la marcha” – una expresión que alguien en mi familia usaba de manera despectiva a más no poder y que difícilmente podría explicar en un post. Si aquello es de nivel Pro dogmático, esto en mi cabeza es algo bien freudiano.

Sin embargo me fascina “entre comillas”, acompañada de gesto, claro – manual o incluso facial (o ambos).

Llevo meses tratando de recordar cuándo escuché esta expresión por primera vez y cuándo empecé a usarla y cuándo comenzó a formar parte de  mi vocabulario habitual.

Suena en mi mundo cada día. Esta semana atendí a 14 pacientes y al menos 10 utilizaron la expresión “entre comillas” Personas de géneros y edades diferentes y por razones bien distintas claro – era como un dejà vu en mi cabecita,  pero hasta alguien cercano que tenía tirria a esta expresión porque la decía un affair con el que bien no quedó, la emplea ahora a menudo.

Me hace gracia una señora que conozco que dice “entre cometes” en valencià, pero sea como sea, no paro de escuchar esto de las comillas, caray y que desde luego no corresponde a la definición de “signo ortográfico doble usado para enmarcar la reproducción de citas textuales, más bien “expresión que se usa en la lengua hablada para advertir al oyente de la inexactitud de lo que se dice, o bien para indicar una intencionalidad irónica o un eufemismo”.

¿Por qué de repente tanto eufemismo? O ¿tanta ironía? ¿somos ahora o queremos ser más educados? – Esto último no lo creo, el mundo está embrutecido y no estamos en Downton Abbey.

¿Por qué tanta comilla en vez de decir las cosas por su nombre y ser… “asertivos”? ¿quién nos ha introducido en la sociedad esta “nueva” manera de comunicarnos? ¿A que hace X años no usábais esa expresión? Quizá sí, y en ese caso habría que darle la razón a mi abuela. La pobre me decía que era de otro planeta y tenía razón, de Zarius Planet, donde no era habitual esa expresión, tal vez.

Vuelvo a leer esta última definición. Habla de “inexactitud”.

De inexactitud nada. Mis pacientes, clientes, usuarios, alumnos, amigos, seguro saben muy bien lo que quieren decir, pero hay algo que les frena a… no decir lo que piensan o dejarse llevar por lo que sienten. Observo además que siempre que emplean esta expresión lo hacen hablando de una tercera persona, o bien justificando una acción. Un sí pero no. Me sabe mal pero lo digo, las comillas me dispensarán. Y el freno de mano seguramente sean las comillas.

Sin duda, necesito seguir indagando más en este fascinante entrecomillado. ¿Os habéis sorprendido a vosotros mismos emplear estas palabras, desde hace … relativamente poco? Yo sí, muchísimo, cada día.