EPICTETO en la socioeconomía política

Epicteto nació en el año 55 en Hierápolis de Frigia (actualmente Pamukkale, en el sudoeste de Turquía), a unos 6 km al norte de Laodicea. En su infancia llegó a Roma como esclavo del liberto Epafrodito, que a su vez había servido como secretario del emperador Nerón.

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Doctrina. Se centra básicamente en la ética, en la mejor manera de vivir la vida, y sus enseñanzas han pasado a la historia como unas de las mejores maneras de alcanzar la paz interior. Tanto es así que cuando hablamos de «tomarnos las cosas con filosofía», por lo general nos referimos a las ideas estoicas, y por tanto, a las de Epicteto. Confianza en los sentidos. Los estoicos seguían la teoría aristotélica de que nuestro conocimiento nos llega a través de los sentidos –nuestra experiencia sensible–, cuya información pasa más tarde a ser analizada y abstraída por nuestra razón (como ya hemos dicho, la herramienta principal con la que cuenta el ser humano para vivir en el mundo), sacando entonces conclusiones generales. Naturaleza. En esencia, toda la filosofía estoica se basa en vivir comulgando con las leyes establecidas por la naturaleza. Por ello, hemos de vivir racionalmente y confiando en el plan que se ha establecido para nosotros. Sólo así el ser humano puede lograr vivir una buena vida. No una llena de placeres y desenfrenos, sino una vida feliz, ausente de dolor y caracterizada por la tranquilidad. Libertad. Todo esto que venimos diciendo no tiene otro fin que el más ansiado objetivo de la filosofía estoica: la libertad. Epicteto, lo mismo que Séneca, Zenón o Marco Aurelio, persigue lo que él considera la esencia de quien es verdaderamente libre, que no es otra cosa que el total control y conocimiento de sí mismo. Nada puede dañarle o hacerle perder su imperturbabilidad, nada puede afectarle emocionalmente, ningún deseo tiene que pueda ser insatisfecho. De este modo, impasible ante los accidentes de la vida, el sabio estoico es plenamente libre, pues nadie más que él está al mando de su alma.

Marco Aurelio, el «emperador filósofo» que tomó muchas ideas de Epicteto. Gobernó el Imperio romano desde el año 161 hasta el año de su muerte, en 180 (Busto de Marco Aurelio. Museo Metropolitano)Por ello, Epicteto apuesta por una vida plena en el único momento sobre el que podemos tener algún poder de decisión: el ahora. Solo el momento presente es nuestro realmente y a él hemos de dedicar nuestra atención y esfuerzo. Y no dejemos que ni el pasado ni el futuro nos atormenten –dice el filósofo–, pues el primero ya no existe y el segundo lo afrontaremos con la misma ecuanimidad y virtuosismo que el hoy

Creditos: https://www.filco.es/epicteto-estoico-no-preocupacion/

La realidad parece ser muy diferente de como nos han acostumbrados a interpretar el pasado y de consecuencia el presente. Los estereotipos propuestos a la sociedad global representan el modelo ideal para no integrarse en el organismo "Planeta Tierra". Decir que el pasado es mejor que el presente no es una forma correcta de vivir el odierno momento, no obstante observar toda la existencia es una lógica que puede ayudar a evolucionar con consciencia para trascender culturas alienantes que solo miran el interés económico y descuidan toda la naturaleza. La historia muestra ejemplos de perfiles que adoptaron filosofías vanguardistas para ayudar la propia tribu (sociedad, empresa, etc..) a mantenerse activa en el presente y preparada para la inevitable entropía y consecuente desaparición o evolución. No podemos ir al pasado e imitar los grandes personajes históricos, pero podemos crear un caldo de cultivo para que florezcan nuestros/as " Flor de Loto".

Que el agua, los alimentos y la salud sean objeto de ganancias económicas son señales que indican el fin de un ciclo y que ha llegado el momento de cambiar de paradigma.