¿Has considerado trabajar en tu inteligencia emocional y la de tu equipo?
¿EQ más IQ?
Si bien todos estamos en constante contacto con situaciones que desatan nuestras emociones a distintos niveles, en ocasiones, estas no son fáciles de entender o manejar. Las emociones establecen la conexión entre los pensamientos y por consiguiente, nuestras acciones, es decir el comportamiento de cada uno de nosotros. Agregado a esto, nuestra interacción diaria con cada individuo, implica un intercambio de sentimientos y personalidades que afectan o influencian a otros.
En los espacios de trabajo esto se ve aún más marcado debido no solo al tiempo que pasan las personas en este lugar, sino también a las tareas que deben llevar a cabo los empleados y sus equipos.
No todas las personas reaccionan de la misma forma a una situación o actividad, por eso se vuelve cada vez más necesario entender que las relaciones humanas y el desenvolvimiento personal se desarrollan desde distintas experiencias.
El término de Inteligencia Emocional se desarrolló con el propósito de entender cuál era el tamaño y el impacto de las emociones en el día a día de las personas.
Generalmente, se conoce como el control total de los sentimientos y emociones dentro de una persona; sin embargo, es más que eso. La inteligencia emocional consiste en la conciencia no solo de las emociones propias, sino también las de los demás y, a partir de esto, usar esta información para guiar los pensamientos y las acciones de una forma más equilibrada. De acuerdo con la revista Forbes, los empleados con una alta inteligencia emocional se desempeñan mejor en su labor, disfrutan más de las relaciones interpersonales y tienen más probabilidades de tener una mejor salud física y mental debido a que reduce considerablemente el estrés y el agotamiento.
Liderazgo, de la mano de la Inteligencia Emocional
No obstante, el entrenamiento en este tipo de inteligencia no va únicamente dirigido a los empleados, de hecho son los líderes quienes más requieren de un arduo reconocimiento y conciencia de sus emociones.
Un buen líder se identifica como alguien que tiene la capacidad de influenciar positivamente e inspirar a otros, pero para ello se necesita un amplio conocimiento de sus habilidades, fortalezas, debilidades y conciencia de sí mismo. Si un líder está en sintonía con sus emociones, esto se expandirá a su equipo creando un ambiente de armonía y equilibrio entre cada integrante.
La consultora Hay Group, experta en herramientas y programas que ayudan a las personas a mejorar su inteligencia emocional, reveló que un ejecutivo que desarrolla efectivamente sus capacidades emocionales puede alcanzar hasta un 127% más de productividad que uno que no las desarrolla.
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Por otro lado, el psicólogo estadounidense Daniel Goleman exploró por primera vez en 1995 la inteligencia emocional desde un enfoque empresarial, y desde allí desarrolló cinco categorías que puedes tomar en cuenta al aprender a desarrollar esta inteligencia y entender cómo funciona:
- Autoconciencia: Consiste en reconocer las emociones y entender el efecto de una persona en otros. Es tomar conciencia del surgimiento de las emociones y cómo puedes actuar en estas situaciones.
- Autocontrol: Saber controlar tus impulsos es importante, además de ser flexible en las circunstancias en que se desarrollan.
- Motivación: Aquí es esencial que permanezcas optimista, retarte y tener objetivos claros y desafiantes, mas no imposibles a seguir.
- Habilidad para la comunicación social: Precisas de un gran trabajo para expresar las emociones productivamente con el propósito de gestionar relaciones interpersonales efectivas. Con un buen nivel de autoestima y confianza puedes mejorar la interacción con otras personas.
- Empatía: Es la capacidad de entender y respetar el punto de vista de los demás. Esto es para que logres tener mejores conexiones con otros y seas más asertivo. En resumen, es la capacidad de ponerse en los zapatos del otro.
Cuando se es un líder con una alta inteligencia emocional, existen mayores posibilidades de incrementar el compromiso y mejorar el desempeño de tu equipo. Entender el efecto que se tiene en cada uno de los participantes ayuda a adquirir nuevas herramientas para guiar e influir, mejorar la comunicación y obtener resultados más eficaces y perdurables.
Cuéntanos, ¿Crees que tu inteligencia emocional ha influido en tu desarrollo como líder?
Por Equipo Escape