Equilibrio entre vida personal y laboral: ¿Mito o realidad?
El 2021 nos ha traído un panorama más certero de la nueva realidad, que llegó para quedarse. Parece que hubiera sido hace siglos cuando a escuchábamos a López Gatell decirnos “te vas a quedar en tu casa ya sólo hasta que pase el pico de la pandemia” (aunque en realidad fue hace apenas un año). Y en este tiempo hemos tenido que hacer muchos ajustes en casi todas las áreas de nuestras vidas, pero considero que uno de las más afectadas fue el área laboral.
También hubo que ajustarnos con el home office, que para la gran mayoría estuvo entre cargas de lavadora, la junta con el equipo de trabajo y las tareas de los hijos que no entendían de que los maestros les estaban hablando (y nosotros menos)… y llegamos al 2021 con una “nueva realidad hibrida”, resignados a las mascarillas, al gel antibacterial, a las juntas en zoom y un poco mas de libertad con cautela. Nos damos palmadas en la espalda porque logramos adaptarnos al cambio y trabajar bajo circunstancias antes inconcebibles.
Pero el hecho de habernos quedado en la casa por un período de tiempo con actividades laborales (o hasta nuevo aviso en algunos casos) tuvo como consecuencia la disolución entre la ya de por sí frágil línea entre la vida laboral y familiar. Al ya compartir el mismo espacio para ambas actividades, de repente nos encontramos trabajando más horas de lo esperado. Era como estar laborando con todos los sombreros puestos al mismo tiempo (colaborador, padre/madre de familia, jefe, y hasta maestro en algunos casos), teniendo que entregar resultados inmediatos a quien lo pidiera. Pero logramos salir adelante, cada uno de nosotros con ingenio fuimos arreglando espacios en nuestro hogar, estableciendo rutinas y comenzando a dominar la situación. Sin embargo, siguieron latente las largas horas de trabajo sin fin.
La situación de la pandemia y el home office solo recrudecieron la realidad: México tiene uno de los niveles más bajos en el “balance vida-trabajo” de acuerdo con el Índice para una vida mejor, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de entre 40 países analizados. Con una calificación de 1.1, en un rango de 0 a 10, ocupa la posición 39 en el ranking.
Aunado a lo anterior, de acuerdo con los datos de trabajo no remunerado de los hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres dedican tres veces más tiempo que los hombres a estas tareas, y aunque no en todos los hogares mexicanos es lo mismo, desafortunadamente las cifras anteriores son la regla y no la excepción. Dejando estos datos duros en la mesa, los invito a reflexionar de que forma podemos lograr un sano equilibrio entre nuestra vida personal y laboral que beneficie tanto a nuestra familia como a la empresa, para que el balance deje de ser un mito y se convierta en realidad.
p.d. Si les interesa continuar con el tema, están cordialmente invitados a un panel gratuito titulado “Equilibrio vida y trabajo: Los líderes en la industria también tienen familia” con historias de éxito de importantes líderes en la industria de la manufactura y como han hecho para mantener el balance en sus vidas. Próximo martes 20 de abril, 6:00 pm (GMT-6) vía zoom. Liga para registro: https://us02web.zoom.us/.../reg.../WN_19YozrrBSvCISDhcO-72oA