Errar es necesario en la empresa de la era digital
La tendencia en el desarrollo digital de la empresa apunta a aceptar el error como normal y hasta necesario. La tecnología es cambiante en cortos períodos de tiempo y la experiencia siempre está superada por la innovación.
Lo efímero es desestabilizador a la hora de crear una estructura que cualquier negocio necesita. La estructura soporta los procesos que garantizan los resultados positivos.
La exigencia del cliente digital nos obliga, sin embargo, a modificar procesos a través de la automatización, total o mixta (personas y máquinas). Por eso la empresa se ve obligada a innovar.
Pero a diferencia de tiempos pretéritos, la empresa nunca acaba de cerrar su modus operandi más allá de seis meses. "El como siempre hemos hecho" es una pieza de museo. Todo lo más que se puede admitir es su cultura corporativa, siempre que no sea inmovilista.
Quien desarrolla un proyecto de transformacion digital debe saber que su experiencia va a ser única. Podrá como mucho inspirarse en otros casos y coger prestadas algunas ideas.
Su evolución unifica un norte que es la rentabilidad lograda y un reto, la adaptación permanente a entornos cambiantes, sin poner en peligro el beneficio, sino planteando incrementarlo, gracias a la conversión digital.
En esa situación, la innovación digital gana terreno al diseño cerrado del negocio estable y rentable. El negocio estable y rentable no puede negarse a ser 'conquistado', porque sus métodos tienen el tiempo contado. Un probable empecinamiento es la receta para una muerte segura.
El empuje digital llega, además de con el valor de atender mejor al cliente cada vez más digital, con la capacidad de abrir nuevos negocios basados en productos renovados o realmente disruptivos.
Pensamientos inspirados tras la lectura de "Designed for Digital", libro de @jrossCISR @CynthiaBeath y @martinmocker